miércoles, 11 de febrero de 2015

¿Qué Podemos, todavía? (Apuntes sobre el Populismo, 25)


Permítaseme comenzar esta entrada con una autocita que he repetido estos días en las redes sociales.
"No valgo para ningún puesto de representación política. Yo eso lo tengo claro de siempre. Mi única lucha es que la representación no ahogue todas las demás formas de hacer política para las que no sólo puedo valer yo, sino prácticamente todo el mundo"

Esta entrega recoge varios comentarios realizados en las redes sociales a cuenta de Podemos y del proceso de elección de los órganos autonómicos. No me he posicionado a favor de nadie, pero sí en contra del voto en plancha telecrático: de la tele a la audiencia y de la audiencia al ágora voting, intentando acallar todas las voces intermedias. El subtexto de algunas de los párrafos de abajo: son respuestas a ataques, algunos con una virulenta intención descalificatoria, que recibió mi entrada anterior, Las elecciones cruciales para Podemos no son las de 2015, son las siguientes... (Apuntes sobre el Populismo, 24), que está siendo visitada más de lo habitual para no haberla difundido por correo ni más medios que mis perfiles sociales. Intuyo que, como pasa de cuando en cuando, ha tocado alguna fibra algo más sensible que otras.
  •  Podemos se parece muy poco a lo que algunos pudimos soñar. Una vez dicho esto, sigue siendo el único sitio desde el que me veo luchando por un cambio radical. No es coherente. No, por lo menos, simplemente coherente. Pero tengo mucho menos interés en parecer coherente que en ejercer la diginad y la honestidad
  • Acusar a quien disiente y se atreve a argumentar su discrepancia de narcisismo, egolatría, o cualquier otro interés obsceno (corrupción, estar vendido, ser un troll o un agente enemigo infiltrado, tener un pasado “inconfesable”, como se está haciendo con Echenique cuando él mismo lo confesó y se puso como ejemplo de que es posible rectificar) es una típica artimaña conservadora. No os fijéis es sus argumentos, fijaos sólo en que apuntan a intereses ocultos o a su propia promoción. Es lo que está haciendo la derecha sistémica con Podemos (Inda, Alfonso Rojo, Pedro Sánchez). Tras ello están las acusaciones a Monedero, a Pablo Iglesias o a Errejón. La tremenda lástima que desde ciertas instancias de CQP se esté utilizando la misma estrategia (la distinción schmittiana amigo-enemigo que está en la base de las directrices de Goebbels y que tan bien ha utilizado durante años el pensamiento neocón) contra todo aquel que quiere pensar el proceso Podemos y no sólo gritar sus consignas. Luego dicen que hay mucho recién llegado. Dicen eso de los que nos sumamos a Podemos después de las europeas: recordemos que antes eran cuatro gatos tuerka-adictos más la estructura operativa de Izquierda Anticapitalista, y algunas otras personas que venían del 15M y de otras organizaciones sociales, con la suerte de tener a varias televisiones como voceros. Lo que pasa es que ahora va y los tuerca-maníacos son los que van repartiendo patentes de autenticidad, que para ellos consiste en ser los primeros que cayeron en la fascinación del líder y todos los demás somos recién llegados bronqueros y trepas. Recordemos que las listas de CQP no es que haya recién llegados. Es que hay muchos “aún no llegados”, es decir, gente que nunca han estado en Podemos ni han contribuido a construirlo como movimiento popular, ni como partido, ni como auténtica opción de Poder, en modo alguno, sino que simplemente han visto posibilidades electorales y desde dentro, a su vez, han sido vistos como buenos reclamos para el posicionamiento estratégico de la marca CQP de cara al Agora Voting. Insisto, si vamos a votar en los procesos autonómicos, votemos personas y no "marcas". En CQP las hay validísimas, como en otras listas y como muchos independientes. El votante tiene una enorme responsabilildad a este respecto. Porque no es oro todo lo que reluce. En algunos casos lo que más reluce puede ser el plomo de los arribistas y los aún no llegados -los paracaídistas- de más o menos relumbrón. Porque van a pesar. Y mucho. Ya lo veréis.
  •  Lo que yo escribo y analizo ayuda. Y lo mismo, lo que hacen muchos de mis amigos en las redes sociales, que dicho sea de paso algún profe hay, pero la mayoría son trabajadores y trabajadoras (de la sanidad, de la industria, del audiovisual de donde sea) y estudiantes. Ahora eso sí, ayuda a quien quiere pensar este proceso no a quien aspira a seguirlo como una masa disciplinada. Son esta gente la que se ha quejado en mucha ocasiones de que prácticamente no hay representación obrera en los órganos de decisión de Podemos. Atacar a alguien que está con esa gente por ser profesor para defender a quien tiene el poder en Podemos, que son todos profesores, es el caso típico de alguien a quien no hay manera de ayudar ni a pensar ni a nada. Repite consignas que no entiende porque suena bien el rap y cuando intenta contestar a un razonamiento mínimamente complejo se tropieza y hace un ridículo espantoso. Para reflexionar sobre este proceso de ruptura subjetiva para mejorarlo y evitar que se escape del control popular, lo que yo y otros muchos hacemos te puede resultar, tal vez, útil. Aunque sólo sea para contrastar opiniones. Si lo que alguien pretende es repetir consignas como un loro (como un loro sordo dicho sea de paso) entiendo que no te estoy ayudando, ciertamente. De nada. 
  • ¿Ustedes creen que para defender al núcleo dirigente de Podemos de una crítica, por supuesto interpretada como ataque por un fanático, es normal utilizar precisamente este "argumento"? ¿Estamos todos locos o qué? ¡Nivelazo! Sólo le ha faltado llamarme ¡pablista! para desacreditarme ya del todo. Vamos, si esta es la gente en la que confía el núcleo promotor para que le saque las castañas del fuego si vienen mal dadas, ¡ay, dios! Esta gente no digo ya si hay un resultado electoral menor de lo esperado, sino el más mínimo bajón en las encuestas, se va corriendo detrás de Albert Rivera. Al tiempo. (Esto es sobre un comentario emitido sobre mi entrada anterior, acompañado de otros en facebook)
  • Evidentemente escribo un blog y escribo más cosas. Y evidentemente, también, hago todo lo que está en mi mano para que se difunda. Como hacen tantísimas personas en Podemos, más adeptos o más críticos con la dirección, tanto da. Tengo 52 años y llevo toda la vida preparándome para decir lo que he ido pensando. Sé que hay gente que se siente reflejada -es un honor inmenso- o al menos piensa que mi punto de vista, combinado con otros, les ayuda a tener una visión más cabal de un proceso muy complejo más allá de las manipulaciones en contra (o, en algunos casos, sibilinamente a favor) sobre Podemos que ofrecen los medios de comunicación. No creo que sea ningún crimen escribir -es un trabajo, y a veces muy duro ¿saben?- manteniendo una apuesta por la verdad más allá del disfraz del pensamiento que suele ser la coherencia drogada por la euforia fanática, del "todo lo que hace mi partido es maravilloso" que es lo que suelen hacer en el PP y en el Psoe.
    Hay mucha gente a la que estar en Podemos le causa zozobras, angustia, problemas de conciencia entre lo que cree honestamente y cuál es el deber que le exige la Historia en este momento, que no es otro que estar en una formación esencial para el futuro político de este país pero que ven irremisiblemente alejarse en muchos aspectos de lo que ellos en conciencia creen que debería ser una fuerza de insurgencia popular y de cómo ellos conciben una democracia radical. Y dudan, y sienten y sufren de estar en Podemos. Esa gente se siente mejor cuando alguien pone su angustia y sus dilemas en palabras y hace un esfuerzo por arrojar algo de luz sobre sus penumbras, con sus dimes y diretes, con sus zozobras, incluso con sus arranques de cólera y de ira moral, algunas veces. Esa es mi misión en Podemos ahora y pienso seguir cumpliéndola. Si se está en desacuerdo, se me discute. Si alguien se molesta o piensa que es puro narcisismo, que se lo haga mirar. Cómo estar en Podemos es una cuestión realmente espinosa. Somos muchos los que nos vemos en ese trance en una organización que va definiendo perfiles cada vez más verticales y cercanos al centralismo organizativo. Lo siento, pero no voy pasar esto solo ni dejar de poner mi propia zozobra en común con la de muchos. Aquí estamos, estos somos.
  •  Un engorroso estado de facebook. Sólo para quien tenga mucho tiempo libre...
  •   "Los consejos comunales no pueden ser un apéndice del partido, estaríamos matando al bebé, no lo permitan, el partido tiene que impulsar, formar cuadros, pero los consejos son del pueblo, son creación de las masas" Hugo Chávez Frías (Ya que se le pasaban facturas, igual hacerle un poquito de caso a veces no estarìa mal... No siempre ni en todo, ¿eh? Pero, hombre, alguna vez tampoco pasaría nada...)
  •  Compartí un vídeo de la campaña "Yo también soy Podemos" Una persona hizo este comentario sobre él:
    "De las personas que promueven esa campaña hace menos de un mes que lloraban por ser CQP,y son las mismas que acusaban a y criminalizaban a otro sector de compas alegando doble militancia.Traidores y arribistas en estado puro que ante la carencia de proyecto político utilizan esta campaña y los recursos económicos para visualizarse."
    Ésta ha sido mi respuesta:
    La estructura de tu planteamiento lamento decirte es profundamente reaccionaria y neoliberal. Y no digo que lo hayas hecho a posta. Pero me ha sonado a Sostres diciéndoles a los preferentistas que hubieran leído lo que firmaban. Yo no te conozco, ni te estoy juzgando a ti, que quede claro. Pero sí a tu modo de pensar, muy CQP: "son unos fracasados y por eso protestan". El gran problema de Podemos puede ser la droga del éxito, que empieza por querer ser político (ganar unas elecciones a toda costa) y acaba por ser personal (tengo que ir en las listas ganadoras y conseguir mi puestecito a toda costa). Si ello se mezcla con un concepto personalista de la confianza (confío en quien conozco) la política del compadreo y el despachito está servida. Eso de "estaban llorando por estar en CQP" me suena al viejo argumento derechista de "éste en cuanto gane cuatro duros rompe el carnet del partido comunista". Si negamos el derecho de los excluidos a protestar por su exclusión podemos perfectamente extender el argumento a cualquier parado, inmigrante o enfermo de hepatitis C. Espero que no se tome como un ataque personal si no a una forma de pensar. Una fuerza política que de verdad pretenda construir una representación popular de la multitud debe comenzar por entender las aspiraciones personales -y éstas pueden ser muy legítimas- de una forma completamente distinta. Yo he optado por no optar, por no postularme para ningún cargo ni lista porque aprecio mi libertad de expresión, juicio y crítica más que ninguna otra cosa. Pero en absoluto me parece universalizable mi postura porque hacen falta militantes que luchen por estar para poder hacer. Lo reitiero, no es una crítica personal, sino a un modo de pensamiento que es hegemónico en lo social -la moral patronal del éxito y la confianza personal- y que no es raro que se nos cuele en Podemos y en nuestras conciencias. Hemos de pensar no sólo otras cosas -reventar la agenda politica de la casta, del bipartidismo, cosa que ya se está haciendo- sino que hemos de empezar a pensar de otro modo, con otra estructura argumentativa. Salud de todo corazón.
    Ps: Yo he defendido posiciones de máxima horizontalidad, pero una vez hecho esto y viendo que mis posiciones habían sido derrotadas, me he ofrecido sin ambages y en privado, no a CQP -porque no me he ofrecido a esa lista ni a ninguna, en tanto que tales listas-, sino al Consejo Ciudadano de mi ciudad para colaborar en todo lo que crean que puedo ser útil. Varias personas que habían defendido lo mismo, de hecho, ya estaban incluidas en las listas de CQP. De ahí, la cuestión de la "militancia incómoda" que voy diciendo los últimos días.
  • No todo el mundo va aplicando a Carl Schmitt por la vida y menos con los compañeros. Yo el otro día decía que tal vez la ética política para el siglo XXI sea la de la incomodidad, la de la inquietud. Es el reverso de las cadenas equivalenciales. Tanto equivalgo que no valgo lo que valgo. Es decir, que a base de crear sinergias hacia el antagonismo por la unidad popular uno se siente -no digo que está, que eso es estructural, digo que se siente que no puede ocultarse a sí mismo la evidencia fenomenológica y sensibe- inadaptado, inadecuado, dividido, mal representado en y por la fuerza política en la que milita. Eso sí, si hay que estar incómodos vamos a estar todos. ¿No?
  • Entrar en muros de gente del Psoe. Llenos de ataques a Syriza -nos deben dinero, son prosoviéticos (sic)- y a Podemos. Ni una alusión al PP. Cómo son los perros del hortelano. En fin, que dice Ken que van a salir a por la derecha. Será "a". porque "por" ya llevan un tiempo. Muy lamentable. 
  • El otro día dije que el discurso de Pablo Iglesias en Sol era el mejor que le había oído. Ahora he entendido la técnica. Oratoria al ritmo de rap. Nueva retórica -en el mejor sentido de la palabra- en estado puro.Hablar, recitar, rapear para conmover... Quintiliano updated. https://www.youtube.com/watch?v=6-xPZQTx3pY
  •  Cada vez que un militante de Podemos utiliza el término "significantes vacíos" creyendo que es sinónimo de "palabras huecas" y sin sentido y cada vez que un militante de izquierdas minimiza un logro de Syriza muere un gatito. Que lo sepáis.
  • Dicen que la troika no hace sino supervisar y ejecutar las decisiones del Eurogrupo, es decir, los gobiernos de la zona euro. No soy politógo ni especialista en burocracia europea, pero en análisis del discurso sí. Y lo que ha conseguido Syriza es un cambio de "modalidad enunciativa" inmenso, porque implica que la relación dialógica deja de ser de vigilante a vigilado y pasa a ser entre jerárquicamente iguales. Es decir, que el Estado griego pasa a ser un interlocutor en una negociación y no una delegación del Eurogrupo en Grecia. Nada menos. Es el adiós de Grecia a una servidumbre voluntaria:
    "Por el momento, yo no querría sino comprender cómo es posible que tantos hombres, tantos pueblos, tantas villas, tantas ciudades, tantas naciones soporten a veces a un solo tirano, que tiene por poder el que ellos le dan, que tiene el poder de perjudicarles tanto como ellos quieran aguantarle, y que no podría hacerles daño alguno si ellos no prefirieran sufrirle a contradecirle. Cosa ciertamente asombrosa -y sin embargo tan común que hay que dolerse más que pasmarse de ello- es ver a un millón de hombres servir miserablemente, teniendo el cuello bajo el yugo, no porque estén forzados por una fuerza superior, sino porque –eso parece- están encantados y hechizados por el solo nombre de uno, del que ni deberían temer el poder ya que está solo, ni amar sus cualidades ya que es en su tierra inhumano y salvaje. La debilidad entre nosotros los hombres es tal que a menudo obedecemos a la fuerza, es necesario contemporizar, no podemos ser siempre los más fuertes. Así pues, si una nación es obligada por la fuerza de la guerra a servir a uno -como la ciudad de Atenas a los treinta tiranos-, no hay que asombrarse de que esta colabore en lugar de lamentar el accidente. O que en lugar de asombrarse o quejarse, soporten el mal pacientemente reservándose para un porvenir con mejor fortuna"
    SOBRE LA SERVIDUMBRE VOLUNTARIA O CONTRA UNO. Etiénne de La Boétie
    Esto es lo que ha cambiado. Es poco menos que todo.


Hace tres, sólo tres, años mentían, intoxicaban, insultaban, descalificaban, calumniaban y mucha gente les creyó. Hoy lo intentan y pasa esto....  
 


Podemos es la gran diferencia. No tengo ninguna duda de ello y por ello persevero. Incómodo, agónico, protestando, disidiendo, pero persevero.

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