viernes, 31 de julio de 2015

Elogio de lo obscuro

Entre la versión paleo-marxista: “La masas no entienden nada porque están alienadas y no tienen conciencia”.  Y la versión hegemono-populista: “Oh, masas, yo os entiendo y hablo vuestro lenguaje, por eso debéis seguirme y regalarme vuestra voz” ¿Por qué no una alternativa del tipo “¡Masas hablad y hablemos, inventemos la voz de la multitud?” ¿Por qué ese miedo a la contingencia verdadera, a la verdad de la contingencia, y a la contingencia de la verdad? Es el miedo de los políticos -de las élites y de las vanguardias- a un tiempo que pueda presentarse como vacío, pero ya no como homogéneo, que con los dos atributos juntos se las entendía bien la progresía socialdemócrata. Es el pánico a lo real del bien-decir que se pretende cauterizar con la impostura del decir-bien. Y no es lo mismo ¿no? Cada vez ando más convencido de que los intelectuales no deben preceder a las masas para intentar pre-decirlas, sino que deben ser su fornida retaguardia: poner un cierto orden hermenéutico, ni doctrinario, ni dogmático ni banalmente comunicativo. El neoliberalismo inventó la postmodernidad. Su cara a fue un todo vale, que puede ser muy fructífero como instante de ruptura. Pero a las élites político-financieras les interesaba la cara b: nada vale, no hay otro modo.

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jueves, 30 de julio de 2015

Tsipras, Alemania, el Mal y el Silencio (Apuntes sobre el comunismo, 6)

Algunas cosas que colgado en Facebook sobre el tema.


  • Alemania no es el enemigo. Alemania, en tanto encarnación del capitalismo financiero global, es el mal. Al mal hay que cauterizarlo, combatirlo, destruirlo, debilitarlo, hacerlo desaparecer como tal mal. Pero el enemigo es el político que en cada Estado se ofrece como lacayo de ese mal arguyendo que "no se puede hacer otra cosa". Se llame Rajoy, Zapatero, Samaras o Tsipras. Diga lo que diga, nos venda lo que nos quiera vender, sea su origen el que sea. Y a quien hay que enfrentarse y pedir cuentas es al enemigo. Señores hegemono-populistas, disculpas por utilizar sus argumentos también cuando no les convienen. Un saludo. (18 de Julio)

  • Me hace gracia cómo desde ciertas instancias se han lanzado a la defensa cerrada de Tsipras, que a mí me ha parecido muy sospechosa y han cargado con que la culpa es de Alemania y nada más que de Alemania, y Tsipras ha sido una víctima. O bien te comportas como el político europeo tipo, que odia las consultas populares, y asumes tu responsabilidad por las decisiones, o bien eres consecuente con tu planteamiento populista de izquierdas. Pero si convocas un referéndum y lo ganas con un apoyo popular del 60%, lo que no puedes es hacer un Don Tancredo después de haber usado a tu pueblo de escudo humano y venderlo vilmente a sus enemigos. No veo posibilidades de justificar esa actitud. Hay una especie de ingenuidad estructural en el hegemono-populismo que parece preconizar precisamente eso: que la ética en política es puramente secundaria y que lo que importa es la estrategia (la posición en el tablero). Si eres un buen estratega, no importa engañar, traicionar y defraudar. Parece que el único objetivo de Tsipras sea mantenerse en el poder y que con eso es suficiente. No habrá emancipación sin transformación subjetiva. Y en ese sentido estoy con aquello de la "prefigurative politics". No habrá nunca una auténtica emancipación si la ética no está explícitamente tematizada en el discurso político. Hay "pruebas del algodón" coyunturales en política pero muy reveladoras. Ahora mismo, esa prueba es la defensa cerrada de Tsipras, que parece ser la línea oficial de la cúpula de Podemos y su coro difusor. A mí mucha confianza sobre las futuras intenciones de los que la sustentan no me da ¿qué queréis que os diga? (19 de julio)

  • Mi voto lo tendrían, sin duda. Un añito tratando con políticos con vocación profesional me ha dejado claro que entre ellos no hay ni lealtades ni odios eternos, porque el ansia de poder es una pasión que somete a todos los demás afectos. Cuando los hipo-hegemono-populistas hablan del uso de las pasiones, hablan del uso de las pasiones de la gente. Ellos no tienen más que una y está gobernada por la racionalidad estratégica -a no confundir con la razón- esto es, por la conquista de poder (no he dicho "del" sino "de", quede claro), que es otra cosa. Les votaré si se unen. Que no esperen que mueva un dedo por apoyarlos o defenderlos. La política que a mí me interesa como praxis no tiene nada que ver con esto. En este tipo de política-juego de la representación la inmensa mayoría no somos convocados más que como espectadores con capacidad no de acción, sino de interactividad. Como "Supervivientes", que es la mejor alegoría política que ha inventado la reality TV. Por cierto, yo también creo que debió ganar Nacho Vidal. Dónde va a parar. (22 de julio)

  •  Sorry, Mr. Alexis Tsipras, but I'm not longer interested. You have been one of the biggest political deceptions in my life. If this is told by a man who has been ruled by JLR Zapatero and Felipe González, you should take note of the point. Bye. (Comentario que he dejado en el muro de la página de Tsipras, que he seguido durante meses con ilusión. Hasta más ver) (22 de julio)

  • Dije esto hace año y medio, en mi primera columna en VLCNoticias. (24 de enero de 2014 )

    En fin que la aventura personal de Pablo Iglesias Turrión tiene tres destinos posibles. O triunfa en el seno del sistema y se convierte en un acomodado político profesional, traicionando a sus seguidores (¿recuerdan a un tal Felipe González?). O fracasa, y entonces habrá que recoger los fragmentitos de su ego con cucharilla, porque dudo que se recupere de algo así. O, la más improbable, que triunfe contra el sistema, con lo cual sus prisas, su superficialidad y su falta de profundidad política podrían poner a su misma opción, la izquierda, en un grave peligro de debacle histórica (¿recuerdan a un tal Zapatero?).

    Si se quiere actualizar, póngase Tsipras donde pone Zapatero. Me pasé 16 meses queriendo equivocarme. Pero no ha sido así, me da la impresión. Una pena. Porque a ese proyecto se sumó una buena parte de lo mejorcito y más decente del pueblo español.

    (22 de julio)

  •   Estoy triste. Rematadamente triste. La traición de Tsipras combinada con el cinismo extremo de la cúpula de Podemos me ha dejado en un estado de auténtica postración política. Hace días que quiero sacar un texto sobre eso, sobre las primarias de Podemos, sobre cómo se ha cerrado la ventana de oportunidad definitivamente porque un líder nos ha atrapado en su semblante, nos ha devuelto a la verdad de la depencia absoluta del amo. Hace ya muchos días que quiero exponer mis razones -las tengo, en decenas de apuntes en documentos de word por aquí y por allá- para pensar que el populismo, en su trama racionalista, que es la que nos ha llegado aquí, no puede funcionar en la Europa del Euro. Pero estoy dubitativo como hacía años. Sí, literalmente, años, porque todos decís que entre blog, artículos, papers, estaba especialmente productivo, hasta al punto que escribo tanto que no os da tiempo a seguirme el ritmo como lectores. Pero ahora dudo. No encuentro el tono. Y el tono es el texto, es el hilo de Ariadna por el que toda secuencia de signos comienza a desenvolverse como un prodigio de la naturaleza. Eso vale para un poema, para un filme, para un relato, para un artículo... El tono es la voz, como "el estilo es el hombre". Y no. No lo encuentro. Es tanta la mezcla de hastío, odio, vergüenza y rabia que a ratos -algunos de mis apuntes así lo certifican- se me sale el sarcasmo a borbotones, otros la ira. Tal vez la respuesta sea la tristeza. Pero una tristeza que no suene ni a melancolía, ni a rendición. Y no. No sale. Por eso, como las señales de un náufrago en la orilla, me he puesto este fotograma de Mulholland Drive , una de las películas de mi vida (algunos Welles, Stroheim, Wilder y Kieslowski la acompañan) como foto de portada. Silencio. Silencio porque los sueños de gloria salen siniestramente caros, como la película demuestra. Tal vez, yo, como muchos, pensamos que la ventana de oportunidad que se abría era la de lo político, por usar un término tan estimado por la teoría política contemporánea. Y muchos, lo pensáramos explícitamente o no, creímos que era el momento de que pudiéramos ocuparnos de lo colectivo los que no sentimos la sucia pulsión en bucle de la política partidista y de su amor infinito por la mezquindad y por la mierda. Y no. Toda esa ilusión se ha ido al garete. Sólo hablamos de política (encuestas, sondeos, cargos, pronósticos, bullshit) y vemos el acontemiento emancipador, la refundación implosiva de lo político, alejarse y perderse para siempre, escurrirse de esas manos que nos han dicho que no cerremos, porque el puño es señal de ser un yonqui de la pureza identitaria. ¿Cómo se habla de política desde la tristeza? El sarcasmo no es la respuesta, me parece. Porque más odio no nos hace ninguna falta. Y estoy hasta los huevos de buscarme enemigos, que son jodidísmos de criar. Puede que la solución esté en releer a Larra. Pero puede que el afán de imitación me acabe llevando a pegarme un tiro. Y tampoco es eso. Que el proyecto en el que creí sea un vivero de cuñadismo impenitente, de cháchara quejumbrosa o aclamatoria de esclavos que no se atreven a preguntarse por su deseo, de plebs que no quiere ser pueblo sino turba, no debiera ser para tanto. En fin, qué coñazo es la política. Alguien me dijo el otro día que era un ignorante en ese campo, por no entender lo de Tsipras. Me sentí orgulloso.




viernes, 17 de julio de 2015

Sobre la web de Carmena (Apuntes sobre el Comunismo, 5)

Leídas mucha críticas a la web de Carmena, por supuesto del PP, pero también del Psoe, me parece oportuno puntualizar una cosita. Es cierto que un instrumento semejante en manos de cualquiera de estos dos partidos -fundamentalmente, de ellos- se acabaría convirtiendo en un instrumento de censura autoritaria. No hay más que ver las televisiones que ellos manejan. Pero también cómo se lo montan los partidos nacionalistas allí donde tienen el poder. Es más, cualquier estructura partitocrática, incluidos el actual Podemos hipervertical -las primarias con listas únicas para todo el Estado son una muestra consumada de telecracia, digna de un análisis detallado- e IU correrían el mismo riesgo. 

Pero Ahora Madrid no es un partido. No tiene una estructura de control burocrática, doctrinaria y ferozmente comunicativa detrás. Ni detrás, ni alrededor. Su ámbito y compromiso es estrictamente municipal -no está preso de lealtades más amplias que su campo de acción, como los partidos que no pueden decir algo en Almería por si influye en Girona- y no está sujeto a lealtades inconfesables. Además, no tiene capacidad de gestionar medios de comunicación propios como las Comunidades Autónomas o el Estado Central. Parte de cierta algarabia comunicativa procede de ahí, porque es su esencia. Habrá que ir acostumbrándose a las sopas de letras porque son la política del futuro. No es que esté ejerciendo de oráculo, es que si no se da esta diversidad, que es la riqueza de la izquierda y de los movimientos ciudadanos seguiremos viviendo en un presente bipartidista continuo (multiplicado por dos, por cuatro o por lo que haga falta). 

Sin estructuras de partido cerradamente doctrinarias y monolíticamente comunicativas (es decir, sin el imperativo burocrático de simular la coherencia y silenciara cualquier precio lo que no convenga a la imagen de partido) una web semejante no me parece especialmente peligrosa. Al contrario, me parece un instrumento público mucho más honesto que los aparatos de comunicación de los partidos al uso. Y una organización como Ahora Madrid (y las que vendrán) necesitan algo que compense el parabán castrador de la voz única y la línea de partido para defenderse de la manipulación informativa. El bipartidismo está muy feliz con el cambalacheo entre sus burocracias y los intereses del infotainment. Pero, si no se tiene eso, habrá que buscar otros mecanismos compensatorios al cuarto poder, que no ha elegido nadie. El común es subersivo y entiendo que los poderes públicos y privados se encuentren descolocados respecto a la fenomenología de sus acciones. Buena señal.

miércoles, 15 de julio de 2015

Ahora en Común, Grecia y la hermenéutica del desengaño (Apuntes sobre el Comunismo, 4)

Dado que, movido por cierta vehemencia y cierta necesidad de ilusión, en mis dos anteriores entradas (Ahora, en común. Sin olvido ni perdón. y Ahora en Común es una opción desesperada) me había mostrado entusisamado, creo que es importante que comparta ahora este post aclaratorio. Si dejé por escrito mis primeras consideraciones, basadas en la ilusión y en la necesidad de creer, creo que es de ley -por congruencia y por responsabilidad conmigo mismo y con los que leéis estas páginas- anotar también esta siguiente consideración, basada en una primera impresión no precisamente afortunada. Evidentemente, las ilusiones y las fes no pueden tener rango de ley; pero tampoco, las primeras impresiones. Creo en la responsabilidad política, pero un modo infinitamente distinto a cómo esto se suele escenificar en la comunicación como campo único de enunciación, que es simulando coherencia a cualquier precio, lo cual acaba redundando en una especie de aferramiento identitario monolítico que bloquea completamente la conciencia crítica. Porque ésta empieza por el reconocimiento de la relatividad, espacial y temporal, de la propia percepción y de la propia posición judicativa, es decir, por asumir el riesgo de equivocarse y la obligación moral de explicitar y explicar ese error. Vamos, un juego que no es de tronos, sino de posiciones enunciativas éticamente responsables y discursivamente contingentes. La voz que busca el común no puede nunca ser una voz identitaria que postule que la razón está en su fundamento, sino, al contrario, que ése es su objetivo, que ése su horizonte. No se parte de ella, se va a su encuentro. No hay verdad previa a su enunciación, no hay verdad sin navegar el riesgo de equivocarse.

Como soy un convencido, pues, de aquello de que la verdad sólo puede decirse a medias, creo que es en la lectura de los entresijos, de las hiancias entre unas posiciones y otras, como uno puede dar consigo como efecto de su deseo, esto es, en la verdad del "que sea dicho" oculto "tras lo que se dice en lo que se escucha". Vamos, que la verdad tiene mucho más que ver con la posición desde la que uno habla -que es lo que intento dilucidar- que con el contenido semántico de sus enunciados.

Dicho esto, el ver ahora cómo supuestos críticos a la cúpula son citados por miembros de ésta como maestros me reafirma en una dolorosa convicción: seguimos en el juego de los tronos. Algunos simplemente están jugando a hacerse los críticos con la cúpula y la ideolgía hegemono-pópulo-verticalista que se ha adueñado de Podemos (la ideología CQP) Tras entrar en un grupo de Facebook, supuestamente de gente que anda construyendo AeC, me di cuenta de que había quien se consideraba dueño del invento y había decidido que línea, qué parámetros y que tono había que seguir. Me fui a las pocas horas y publiqué esto en Facebook.
 
 Esta mañana me han invitado a un grupo de Ahora en Común. He durado menos de doce horas. Ante varias admoniciones, conatos de descalificación, etc. que he visto, he preguntado quién marcaba la línea y me han tratado de troll me han invitado a marcharme. He dejado esto y he abandonado el grupo:
"Queridos amigos, lamento el error. Yo creía que verdaderamente esto era algo nuevo y por hacer, escarmentados de núcleos promotores y gente a la que se invita sumarse y obedecer. Necesitamos otra cosa. Yo sigo con mi idea de horizontalidad instituyente y no de hechos consumados y si te gusta mi línea te sumas y si no otra cosa. Nos veremos por las calles y por las redes. Un saludo y suerte."
Lo siento, pero no paso una. Si Ahora en Común es un apaño de unos cuantos para hacerse fuertes y pactar con la cúpula de Podemos, esa no es mi guerra. Y en un rato eso es lo que me ha parecido ver. Desconfío enormemente de los que ponen verde a la cúpula de Podemos en privado y predican la "alegría" y el entendimiento en público. No lo puedo remediar.
 Luego he añadido
Simplemente he visto que había una línea muy marcada y que se estaba diciendo qué se podía decir y qué no por las redes. He preguntado que quién marcaba esa línea y me han remitido al manifiesto, que es una especie de manual de estilo convertido en Constitución. Después un señor me ha dicho que si no estaba de acuerdo qué hacía allí. Yo creía que acercarme a algo que estaba naciendo, no a otro núcleo promotor.

Este fue el final de la conversación antes de mi despedida del susodicho grupo, copiada por una amiga. "Tú" soy yo. No creo que haga falta más comentario.

: O sea, que hay núcleo promotor y el que quiera que se sume....
Tu interlocutor: hay un llamamiento si, y el que quiera que se sume. Si no estas de acuerdo con el llamamiento, no se qué haces aqui. Esto no es para crear confrontación, es para unir. Queda MUY claro en el llamamiento que se supone que leiste y firmaste ...
Y ésta otra de mis aclaraciones.

Todo lo que leí desde que entré, TODO, eran admoniciones y consignas sobre qué se podía decir y qué no en las redes, cuál era la esencia de AeC y quién podía usar o no el logo. TODO. Ayer no se habló de otra cosa en ese foro que yo viera. Y reaccioné a última hora de la tarde cuando ya tenía una idea clara de qué iba el cotarro.
En fin, acabé colgando esta especie de declaración, que es lo que principalmente os intento transmitir:

De aquí unos meses hablamos, como siempre, y si estaba equivocado lo reconoceré, como siempre. Y, si tenía razón, espero que algunas personas me lo reconozcan también, como creo que también han hecho siempre. El gran error de Podemos y de CQP como su núcleo irradiador fue ponerse corsés comunicativos, acallar las voces múltiples y plurales para someterlas a una línea política. Después vino la centralidad del tablero, el sectarismo, el populo-hegemonismo dogmático y todo lo demás. Llevo más de un año diciéndolo en público y mucho más en privado.

"Mi diagnóstico sobre todos los males de la política actual está hecho hace mucho tiempo: La comunicación ha suplantado a la acción y al pensamiento, que debían ser las misiones de la política. Ya no hay política sino comunicación política. Eso es lo que ha llevado a la ciudadanía, al pueblo, a estar a expensas de los partidos y su burocracia y de los grandes grupos mediáticos y su control de la agenda, esto es, a constituirse en comunidades de goce pasivas y ha permitido todos los triunfos del neoliberalismo que han sumido a las clases populares (la inmensa mayoría) en la más absoluta impotencia democrática.
Pues bien, el núcleo de todas mis críticas a Podemos es que presentándose como una alternativa a ese estado de cosas, esto es, pretendiendo subvertir el sistema en tanto que "desempodera" al pueblo está cayendo en todas las trampas mediáticas del planteamiento político comunicativo que sería lo primero que debería combatir. No se trata de coger un trozo de pastel de la agenda. Se trataría de dinamitar el propio planteamiento comunicativo y los principios que permiten que esta agenda nos diga de qué podemos hablar y por tanto cuáles son las vías para pensar la realidad." (28 - 4 - 2014)
Fue entrar en un determinado grupo de facebook afín a AeC y darme cuenta de que el planteamiento de mis dos últimas entradas de blog apoyando a AeC iba a ser duramente reprimido. Cuando haces dos preguntas, y te tratan de troll e invitan a irte unos supuestos guardianes de la ortodoxia, diciendo que te leas el manifiesto AeC como si fueran las tablas de la ley, la única forma de demostrar que no lo eres es hacer mutis por el foro. Y sí, hay gente que me lee y no creo que nadie me crea a pies juntillas -soy muy difícil de creer a pies juntillas, porque siempre pongo la lógica y la verdad, al menos como yo las percibo, por delante de la coherencia y eso no hace acólitos- y si llevo unos días atrayendo a la gente a AeC me siento en la obligación de que sepan que lo que he visto cuando he entrado en uno de sus grupos de Facebook no me ha gustado un pelo. No se trata de un espacio discursivo libre y constructivo sino de un espacio que tiene un núcleo promotor -todos los núcleos promotores/irradiadores tienen motivaciones y objetivos poco claros- que buscan masa crítica. En fin, el error básico que se intentaba -que yo al menos intentaba- combatir.
Y:
Si hay algo que detesto más que un político profesional es un político amateur. Tiene la misma alma que el otro, pero mucho menos oficio.
Probablemente, detrás de toda esta desconfianza está Tsipras y su traición al pueblo griego. Por eso, también os copio dos comentarios al respecto. Una de las figuras de la 2ª Fila del Consejo Ciudadano de Podemos, publicó esto, procedente de un artículo: 


Estas fueron mis contestaciones.

Respecto a algunas defensas de Tsipras y sus curiosos volantines electorales he de confesar que me preocupan menos los razonamientos de los marxistas desde el sofá que los de los hegemonistas desde su trono, la verdad. Todos tienen su mueble de pensar pero los pueblos siguen directamente sobre el suelo con las rodillas desnudas. 

Grecia significa una gran lección política que podríamos sintetizar en una frase completamente original y novedosa que se me acaba de ocurrir ahora mismo, gracias a mi gran intución y portentoso genio. Por favor, si la usáis no os olvidéis de citar su origen, que me siento muy orgulloso. La escribo tal y como se me acaba de ocurrir, para que veáis lo que es un intelecto superdotado al trabajo:"Ni en dioses reyes ni tribunos está el supremo salvador. Nosotros mismos realicemos el esfuerzo redentor. Para hacer que el tirano caiga y al pueblo esclavo liberar, soplemos la potente fragua que al hombre nuevo ha de forjar"¿A qué es brillante y original?
Tal vez, sea la única estrofa del la Internacional que asumo sin ningún pero y que veo cada vez más vigente.
Yo sigo creyendo en el comunismo hermenéutico y en la anarquía de las interpretaciones, frente al método dogmático que comparten neoliberales, hegemono-populistas y estalinistas. Vuelvo, como tantas veces, a Lacan: Un discurso es siempre adormecedor, salvo cuando uno no lo comprende — entonces despierta.  Yo no concibo un despertar sin un cierto jaleo, sin una cierta algarabía, sin un incierto desconcierto. Lo que debemos procurar es que esa algarabía no nos pille como esclavos solitarios de la pulsión cobijada bajo la figura de un líder, de una cúpula o de una doctrina mortífera. El ruido de la multitud despertando no debe confiarse a un amo. Mi fe en el pueblo griego, que nos dio a todos una lección, sigue intacta. Y sale reafirmada mi convicción de que toda esa fuerza, regalada al carisma de un líder que nos seduce desde su núcleo irradiador para convertirnos en sectores laterales y someter la fuerza instituyente de la multitud a los designios del capitalismo institutuido, será siempre arrojada al vertedero de la Historia. Mucho ojo con el que pretenda saber qué podemos decir y qué no y pretenda condenar una sola voz al silencio. Tenemos perfecto derecho a a ajustar cuentas con los traidores y a hacer pagar con la humillación a los soberbios.
 

domingo, 12 de julio de 2015

Ahora en Común es una opción desesperada (Apuntes sobre el Comunismo, 3)


Ahora en Común es una opción desesperada. Y ello está muy bien, porque la esperanza es una pasión muy tóxica. Produce alucinaciones. Y es el origen de comportamientos rastreros, de cortesano yonqui. Durante meses, muchos hemos visto que Podemos ni era el instrumento, ni era el lugar. Y, sin embargo, ahí ha seguido la gente. Al pie del cañón, batallando, denunciando, discutiendo, implorando hacerse reconocer por el Otro que no existe y por sus comités de ética. Incluso ahora, que parece estar articulándose una alternativa -seguro que también muy defectuosa porque es un simple apaño puntual y no una gran herramienta para radicalizar la democracia enraizándose en el pueblo, como era el Podemos anterior a Vistalegre-, hay gente que sigue intentado discutir con los gerifaltes del núcleo irradiador, que como decía el otro día un amigo, no pasan de ser sesenta personas, para que sigan soltando proclamas en su pedestal hierático. Ni discuten, ni contestan.
 

Lo que a mí me hizo alejarme definitivamente de Podemos no fue la cúpula. Fueron algunos de sus críticos. Hasta hace algunas semanas, yo estaba en contacto con, creo, la mayoría de corrientes críticas dentro de Podemos. No me decantaba por ninguna, porque a su vez, estas mismas corrientes llevaban en sus venas el veneno cqp y estaban compitiendo entre ellas, incapacitadas para hacer un frente común contra la cúpula. Como me dijo otro amigo, por más acrobacias geométricas que se intenten, es imposible encajar un círculo en una pirámide. 

Ahora, sigue preocupándome que ciertas mentes críticas sigan con el virus de la esperanza y la bacteria del miedo inoculadas. Veo aún a gente válida dirigiéndose a discutir con los miembros de la segunda fila. Y veo que éstos siguen haciendo lo de siempre, repetir consignas que se difunden ad infinitum e ignorando cualquier argumento. Sí, señores. El “cuñadismo” se ha apropiado definitivamente de Podemos. Papagayos que repiten clichés con el porte severo de quien ha llegado a ellos a través de profundas reflexiones, cuando no han hecho más que empaparse de La Tuerka y regurgitar lo que ni entienden ni son capaces de procesar.
La solución no está en pensar electoralmente. Si Podemos tiene capacidad de ganar o no, haciendo quinielillas de casino. Hay supuestos críticos que siguen ahí, a ver si cae alguna migaja, babeando discusiones pero evitando cualquier enfrentamiento radical con la cúpula “por si acaso”. Hay mucha ambición frustrada entre algunos que todavía esperan y desean que Podemos saque un gran resultado por si al final consiguen colocarse. Para mí, se acabó. Si gana el actual Podemos, el de las planchas, el de las listas de fieles y political stars de relumbrón capturadas a la izquierda, si ganan ellos, sólo ganan ellos. El núcleo irradiador triunfa y a los demás nos queda el papelón de seducidos y mancillados. No es mi proyecto.


Ahora en Común ha nacido de una muy saludable falta de esperanza. De la convicción definitiva de que el actual Podemos es una apuesta de un núcleo reducidísimo por hacerse con Poder (ya no, con “el Poder”) y no una apuesta multitudinaria. Ya les vendrán los problemas con los fieles cuando vean que el gran líder tontea con las stars y a ellos se les pide que sigan canturreando abstrusos mantras populistas. Es imposible que haya sitio para todos en la cumbre de esa pirámide puntiaguda. La solución popular, el camino del común está hoy fuera de Podemos y no hay otra posibilidad de hacer un corte en el bucle verticalista que desde el exterior del anudamiento institucional. Ya era hora de que nos diéramos cuenta. Y ya es hora de que dejemos que cacareen sus descalificaciones. Que si está IU detrás, que si los medios lo apoyan. Yo he leído a algunos miembros de la segunda fila decir que si Manuela Carmena ganó fue porque El País le hizo la campaña. Señores de Podemos, ya está bien de tics denunciantes de vieja izquierda avinagrada. Durante todo este tiempo, he sentido que el gran enemigo de la cúpula contra el que lanzaba a sus puyas y palmeros sin piedad era la crítica interna. No nos acusen ahora de favorecer electoralmente a la casta ni de otras zarandajas, porque han demostrado que el gran enemigo era la calle y la gente, no aquellos contra los que nacieron para combatir. Muchos esperábamos otra cosa. Gracias por acabar de decepcionarnos con su siniestro sistema electoral, que es lo que nos ha demostrado, ya sin dudas, que desde dentro de Podemos nada queda por hacer. Ello nos va a permitir seguir trabajando con entusiasmo, esto es, sin vanas esperanzas.


sábado, 11 de julio de 2015

Ahora, en común. Sin olvido ni perdón. (Apuntes sobre el comunismo, 2)



Llevo unos días callado, temiendo equivocarme, temiendo precipitarme, no queriendo caer en las redes de los grandes manipuladores mediáticos. He visto cómo todas las cadenas, grupos y periódicos del sistema hacían frente común y homogeneizaban radicalmente su discurso contra Tsipras. Vivimos en tiempos de verdades líquidas y he leído por aquí y por allá a gente encabronada cada vez que se daba una información, hablando de manipulación de sesgo interesado, de miedo del poder. Pero en un tiempo de verdades líquidas, suelo tener un criterio que no me suele fallar: si algo es defendido por el sistema en bloque, seguro que es mentira.


Pues bien, la loca astucia del capitalismo ha conseguido otra vuelta de tuerca y ha conseguido engañarme con sus mentirosas verdades. No tengo toda la información, no soy un oráculo, no tengo un libro que me enuncie la verdad como receta. Pero después de tanto entusiasmo derrochado, después de que un pueblo se haya lanzado con un coraje inaudito en el mundo (una victoria por el 60% no se da prácticamente en ningún sitio), Tsipras parece haberme reafirmado en una convicción que he tenido siempre: en sí mismo, el hecho de GANAR UNAS ELECCIONES NO SIRVE ABSOLUTAMENTE PARA NADA. Un pueblo jamás gana unas elecciones. Las gana un partido (una forma partido) que inmediatamente después se siente absolutamente libre para destituir al pueblo como tal y volver a tratarlo como electorado: sigo en el gobierno, estoy legitimado para hacer lo que me dé la gana. Los menores de 40 tendrán que aprenderlo. Los mayores tenemos al felipismo en la memoria. Los pocos logros progresistas del Psoe (en educación, en coberturas sociales, en sanidad) cuán fácil ha sido revocarlos para el PP, para la Troika, para el FMI.


Se acabó. El electoralismo es un puro simulacro. Si ese común no se construye, el Podemos ganar las elecciones es una pura filfa. La mayor mentira política que he oído en estos últimos tiempos, la más falaz y rastrera se enuncia diáfamente: “Claro que podemos” No era un estilo, era una ideología para someter a la multitud a lo instituido y robarle su fuerza instituyente. No está nada claro que podamos y Tsipras, con un 60% de votos, es una muestra clara de ello. Si no hay pueblo, si el pueblo vuelve a ser reducido a pura masa electoral, el poder será siempre de los mismos, que son los que controlan la trampa mortal de la representación. La lucha es otra. Y lo teníamos a huevo y nos lo están quitando de las manos. Al demonio la claridad del poder. Lo que CQP nos ha robado con Podemos es nada menos, que la posibilidad de haber creado una estructura de control, elección y revocación de quienes nos representen, radicamente arraigada (sí, es un pleonasmo, ¿y qué?) en lo social. Si no tenemos ese poder, no tenemos más que el papel mojado de los programas en manos de buitres. Tsipras no tenía un as en la manga. Pablo Iglesias no tiene ni manga ni as. Ya está bien de que nos quieran vender alucinaciones de claridad y cerebritos que se supone que saben. Todo está por pensar. Nada está claro. Ganar unas elecciones no es más que una parte, casi circunstancial, de la tarea. Ya está bien de buscar la centralidad de un tablero que no está lleno más que  de mierda. Es hora jugar a otro juego de una maldita vez. En los movimientos emancipatorios del siglo XXI hay dos grandes paradigmas: el populista y el comunista. Hacer pueblo, construir el común. Y la estupidez, la ceguera, la soberbia y la ambición de una camarilla los ha hecho incompatibles. Así que ya sabemos lo que nos toca. Ahora, en común. Sin olvido ni perdón. Y no estoy hablando sólo de una candidatura circunstancial. Sino de una tarea inmensa.

martes, 7 de julio de 2015

Estoy harto de pensar en el Poder. Quiero pensar el Común (Apuntes sobre el Comunismo, 1)

(Es la respuesta que le he dado a un amigo que está tomándose unos días de descanso y ello le ha llevado a pensar que probablemente abandone Podemos. Ha sido una excusa magnífica para comenzar una nueva serie de entradas que hace tiempo que me rondaba por la cabeza).

Tener tiempo para pensar es malísimo para la continuidad en Podemos. Yo tengo una extensa lista de mailing, cosa que sabes porque estás incluido en ella, a la que envío un mensaje cuando publico algo que considero destacado. Pues bien, ya voy dando de baja a alguna gente a la que mis cosas parecen no sentarles bien y me lo hacen saber. Hoy he recibido un correo de un miembro del CC estatal, que llevaba en la lista supongo que desde hará algo menos de un año, con este texto: "Hola, gracias, pero prefiero que no me envíes más correos informativos sobre tus publicaciones. Ya sé que están disponibles en el el blog. Un saludo" Mi respuesta ha sido lacónica: "Lógico, lógico." Y, por supuesto, lo he suprimido de la lista.
Lo que me ha dado qué pensar ha sido que la gota que ha desbordado su vaso ha sido precisamente mi última columna, que destilaba una cierta fe en la humanidad a cuenta del referéndum griego. ¡Qué curioso que sea precisamente eso lo que le ha desbordado! ¿No? Parece que llevan mal cualquier discurso que no les dé exactamente la razón y, más concretamente, llevan mal la decencia de la alegría. Una alegría que hemos sentido millones. Pensar no les conviene.
No he podido menos que recordar un parrafito que recogí después en mi blog el 27 de octubre pasado en una entrada que titulé "Justo antes de saberse el resultado de la votación de los borradores (Apuntes sobre el Populismo, 9)"
"Llevo pensándolo unos días. Si gana #SumandoPodemos, probablemente sienta algo muy nuevo para mí: fe en la humanidad. Es un sentimiento extraño que quisiera experimentar, porque no recuerdo haberlo tenido nunca. Cuidado: sí he sentido por la humanidad muchas variedades del amor, de la solidaridad a la compasión, pasando por la rabia inmensa ante lo injusto. Pero creo intuir que fe, no. Que la fe en la humanidad ha de ser un sentimiento distinto a todo lo que he sentido antes."
Tras en NO del pueblo griego he sentido justo eso que anhelaba sentir entonces y que, ahora me doy cuenta, no he podido sentir desde Vistaalegre para acá. Podemos ha sacado lo peor de mí, me ha hecho peor de lo que era sin duda (lo mismo que el 15M, por ejemplo, nos hizo mejores a muchos). No es un lugar sano para estar en absoluto. Y me alegro de haber pasado por ello. El conocimiento siempre ha sido importante en mi vida. Casi lo que más porque todas mis pasiones han estado mediadas por él. He amado, odiado, deseado cabe el conocimiento siempre. Hoy, Podemos es la patria de la ignorancia, del no querer saber. Hoy, y tras haberlo atravesado, mucho mejor fuera que dentro de Podemos.
Durante un año he mantenido una serie en mi blog que se llamaba "Apuntes sobre el populismo". Puede que este rollazo que te acabo de soltar empiece otra que se llame "Apuntes sobre el Comunismo" Estoy harto de pensar en el Poder. Todo me pide empezar ya a pensar lo que debió ser nuestro centro de gravedad siempre: el común.

domingo, 5 de julio de 2015

Lo que más miedo me da, si en Grecia gana el sí.


La espera de hoy yo no la remitiría a hace 25 siglos, a Pericles, o a la Academia. Lo que se juega hoy en Grecia a la postmoderna, es lo que se jugó en España hace 79 años. Más, incluso, que en Latinoamérica, 40 años después. Lo que está ensayando en Grecia son todas las formas posibles de derrotar al socialismo. Eso y no otra cosa fue la Guerra de España. También el bloqueo a Cuba, el golpe de Estado en Chile. 
El capitalismo se ha encontrado a gusto combatiendo a enemigos monstruosos. Eso fue la Unión Soviética de Stalin, la Alemania de Hitler, el Afganistán de Bin Laden o, ahora mismo, el Estado Islámico. Pero lo que teme a muerte el Capital es a la Democracia. No pudo tolerar la vía democrática hacia el socialismo ni en España ni en Chile. Ni se pudo estar tranquilo hasta que las dos grandes revoluciones por la decencia que acontecieron en la Guerra Fría, la cubana y la vietnamita, cayeron en manos soviéticas.
Lo que asusta de una victoria del Sí en Grecia, es que puede que, de nuevo, no dejen más opción a un pueblo en su lucha que extremarse  hacia el totalitarismo en vez de radicalizarse democráticamente hacia el comunismo (o hacia el socialismo, que en este contexto las dos palabras pueden usarse como sinónimas). No se lo permitieron a Nicaragua, se inventaron el islamismo para frenar el socialismo panárabe. 
Lo que más miedo me da si gana el Sí, no es simplemente lo desvalidos que quedaremos los europeos, sino -visto lo visto- qué monstruo inventarán para que nos arrojemos a sus brazos y poder argüir de nuevo desde una razón bastarda que se están enfrentando al mal. ¿Sabremos verlo, analizarlo, prevenirlo? 
Tal vez haya que empezar a ir pensando en ello, pase lo que que pase esta tarde. Tal vez, debamos empezar a pensar en una defensa cerrada del bien común y empezar a leer el populismo no sólo desde Laclau, sino desde la decencia comunista. Negri y Houellebecq nos son muy necesarios, en el abismo conceptual, estético e ideológico que designan sus posturas distantísimas encontraremos nuestra misión como pueblos. Nos están advirtiendo. 
No paremos de pensar pase lo que pase esta tarde, porque no está nada claro que podamos. Si ganamos esta batalla -ojalá- no dejarán de volverlo a intentar. La ingenuidad es un peligro y el cierre categorial y electoral de Podemos puede ser leído de formas mucho más perversas que unas decenas de arribistas iluminados por la claridad de su poder buscando colocarse. 
Quede como reflexión, a día 5 de julio de 2015, pocas horas antes de saberse el resultado, tan crucial, del referéndum griego.

(Quede también como añadidura a mi reflexión de ayer.... Sé que hoy no lo va a querer entender nadie y puedo ser tachado de iluminado, aguafiestas o delirante. Tranquilos, sabré lidiar con ello)

sábado, 4 de julio de 2015

ΌΧΙ


“No. Diguem no. Nosaltres no som d’eixe món”

Estamos, probablemente, ante el mayor desafío del anticapitalismo desde hace más de 50 años. 

 Lo hemos pasado al periódico. Podéis leerlo aquí

viernes, 3 de julio de 2015

Geometrías del ángulo obtuso, 1.

I. Geometrías del ángulo obtuso.


A nadie. Por razones de amor muy poderosas.
"Cubum autem in duos cubos, aut quadratoquadratum in duos quadratoquadratos, et generaliter nullam in infinitum ultra quadratum potestatem in duos eiusdem nominis fas est dividere cuius rei demonstrationem mirabilem sane detexi. Hanc marginis exiguitas non caperet".   Pierre de Fermat


NO EXACTAMENTE

Le pregunto a dios
para qué me hizo nacer
si el deseo no iba a quebrantar
su corola ácida y gris.
La pregunto a dios para qué me hizo nacer
si
mi palabra iba a morder sus dientes
azules como mueca
de un simio dañado.
He vivido tormentas donde el azufre
mereció vívidamente su nombre
mientras se le negaba su derecho a la cólera.
No hubo manera de llamar al azufre
ni al carbón, ni al músculo,
ni al óleo, ni a la plata,
ni a la esquirla de náusea opaca
que es toda redención.
Los nombres sedujeron
y las mentiras
me confirieron mi estatura
indiscutible de hombre.
No hubo voluntad en ello.
Ni goce alguno de propietario.
Al menos,
que yo supiera.

LA VELOCIDAD DE LA LUZ.

Libaba azul el macaco
unas rastas de áspero trapo
cuando comenzó la mañana.
Y comenzó preguntándole al cielo
por qué arañaba su placidez secular de muro.
Y las vírgenes armónicas
redundaron el melifluo silbar
de los clarines
con dulces notas de cencerro.
Y los otros se empeñaron
en sonar y hacerse ver.
Del frío y la ciencia,
me recordaron que la vida
siempre empieza
por no ser nunca propia.
Y los pequeños corpúsculos
de luz contra el muro.
Yo no quería
sino el néctar de la muerte.
Y el sabor familiar del plástico
una vez le hemos quitado el polvo
que tanto lo ennegrece.


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Nota al pie.

Geometrías del ángulo obtuso es el último poemario que me ha rechazado una editorial. Seguí todas sus normas, que consisitían en comprarles unos libros a través de la web para que se dignaran a leer mi manuscrito. Total, será por comprar libros, me dije. Esto es lo que me contestaron después de casi un año:

Estimado José Antonio, 
te comunicamos que nuestro comité de lectura considera que para que podamos publicar tu obra, que nos ha parecido interesante, deberías antes volver a revisarla, ya que algunos aspectos, a su juicio, serían mejorables. Te proponen "revisar ciertas rimas que entorpecen el ritmo de los poemas; profundizar en la concreción, ya que algunos de ellos resultan demasiado etéreos; revisar alguna errata y también evitar ciertos lugares comunes que pueden afectar a la personalidad del poemario, lograda brillantemente, por el contrario, en algunas imágenes originales y potentes que hemos encontrado".
Una vez que procedas a esta revisión, estaremos encantados de pasar de nuevo tu original al comité para una segunda lectura.
Te agradecemos la confianza que has depositado en nuestra editorial.
Esto les contesté yo.
Antes que nada agradeceros la atención prestada y el tiempo que me habéis dedicado. Pero os tengo que confesar que no atino a entender exactamente a qué os referís con estas enmiendas que proponéis. ¿Podríais suministrarme algún ejemplo concreto de lo extremos que me sugerís modificar, por favor? No entiendo, por ejemplo:
-"Profundizar en la concreción": evidentemente se trata de un poemario de tendencia irracionalista, que no abstracta. ¿Qué significaría concretar en este contexto?
-En cuanto a la rima, el poema está compuesto en verso libre.
-Respecto a los lugares comunes, evidentemente, están utilizados como contrapunto a ciertas imágenes más audaces como indicación de la isotopías discursivas que se pretenden transgredir o subvertir...
Os agradecería que me aclararais estos puntos, si os fuera posible.
Un abrazo.
Fue el 5 de enero. Nunca más se supo.
Continuará....