sábado, 24 de marzo de 2018

¿Cuándo se puede decir que un régimen está periclitado y obsoleto?

   ¿Cuándo se puede decir que un régimen está periclitado y obsoleto? Cuando la distancia entre sus leyes y la moral y el sentido común de su época es simplemente abismal. Esto es, inconmensurable, irreductible, infinita. Desde el 15M esta idea se implantó por doquier, pero el “no nos representan” carecía a su vez de una representación, de una evidencia ante los ojos. Sospechas, corrupción, injusticia, recortes… Vale. Pero nos faltaba, en una sociedad tan espectacularizada como la nuestra, una puesta en escena que nos permitiera señalar la evidencia con el dedo. Ya la tenemos y no hay dios que la disimule: Catalunya. Lo que está pasando con Catalunya excede la competencia de cualquier gobierno, excede la posibilidad de arreglarse con unas elecciones porque el proceso vuelve a encallar una y otra vez. Las leyes del Estado Constitucional del 78 no sirven. No es un problema de los catalanes ni de los independentistas, es un problema de España entera. ¿De verdad creen los señores jueces y fiscales que un país puede funcionar con tal cantidad de representantes políticos legítimos en la cárcel `por mil millones de leyes que digan que es legal encarcelarlos, de verdad no quieren darse cuenta de que por muy legal que sea no hay sentido común que pueda soportarlo? Es España la que se va a la mierda, porque este problema, que el aparato legal constitucional es completamente impotente para resolver, va a hundir todo el andamiaje político, social y económico del Estado. Catalunya no es una colonia lejana es, geográficamente, parte de España (está donde España, no es una afirmación nacional sino una objetividad material), no puedes hacer como que no ves lo que pasa. Se colapsarán las comunicaciones, los transportes, la economía. Dicen de Venezuela: no quiero pensar lo que puede pasar aquí si el sistema no cambia. El gobierno y los jueces constitucionalistas siguen implementando medidas que valieron contra ETA, para una situación que no se parece en nada aquella. Una derecha deviene extrema cuando su conservadurismo y su defensa de un aparato legal va tan contra los pueblos y los tiempos que puede hundir a un país completamente. ¿Hasta cuando pretende el bloque constitucionalista, que la Historia ha colocado como derecha extrema, seguir empecinada en conservar un régimen obsoleto? ¿Hasta que haya un baño de sangre? ¡Necesitamos un proceso constituyente hacia una república, ya!!! Esta frase que acabo de decir, hace 3 o 4 años igual era antisistema y todo. Ahora, es puritito centro político. Como lo fue Suárez respecto al franquismo. Cinco años antes de promulgarse, en pleno franquismo, la Constitución del 78 hubiera parecido bolchevique a los señores del Movimiento y a los procuradores en Cortes. Hoy, en ese lugar, están Ciudadanos, PP y, desgraciadamente, el Psoe. Y no me vengan diciendo que es que esto es una democracia. Franco también decía que lo suyo era una democracia “indirecta” (u orgánica), mientras metía a opositores y sindicalistas en la cárcel y seguía aplicando la pena de muerte. Contra todo sentido común. Si aquella era una “democracia indirecta”, ésta es una democracia sin dirección. Las democracias, si no se refundan, si no se vuelven a pactar, no se diferencian de una dictadura, esto es, de un régimen en el que las leyes están por encima de la moral y del sentido común.
   Se dirá que entonces no había libertad de prensa, ni expresión: censura para periódicos y radios, y una sola televisión. A ello contesto: la libertad de expresión en una democracia capitalista cuenta muy poco. Lo que le cuenta es el derecho a la información. Con el poder que tienen los grandes medios, lo que no sale en ellos no existe. Esto es lo que teorizó en su momento McCombs como Establecimiento de la Agenda (Agenda Setting), y que se complementa con una teoría de los marcos, etc. No voy a entrar ahora en eso, porque la información es fácil de encontrar incluso en la Wikipedia. Lo que quiero subrayar es que el salto a la trinchera contraria, al conservadurismo extremo, de El País ha supuesto a efectos de opinión pública un auténtico golpe de estado mediático. En España, prácticamente ningún medio da la palabra en igualdad de condiciones a una opinión distinta al constitucionalismo, esto es, de facto, a las opiniones de la derecha. Es lo que he llamado otras veces pyonyanguización de la opinión pública española. A efectos prácticos y de opinión este control es tan férreo y feroz como lo pudo ser en su momento la censura. Nada que no interese al régimen se defiende en paridad. El pluralismo, pues, está herido de muerte en su misma línea de flotación en el sistema mediático español. De hecho, las diferencias entre el griterío fascista y tertuliano y un editorial de El País son prácticamente inexistentes. El matiz entre el "a por ellos" a la policía y un título como "Justicia contundente", que es el del editorial de El País en cuanto se han publicado los autos de encarcelamiento, es puramente de registro léxico pero la ideología totalitaria -cuando el otro carece de voz en igualdad de condiciones, decir "autoritaria" sería un eufemismo- es exactamente la misma.
   No es lo mismo "nadie por encima de la ley", que la ley por encima del pueblo soberano. Una ley más poderosa que la sociedad a la que rige es una es una ley dictatorial, i.e., fascista. Y la prueba más palpable de que una sistema legal es democrático es su trato a los disidentes, a los que no concuerdan con la opinión mayoritaria, porque indica a todos y cada uno de sus ciudadanos (qué pena que la derecha haya corrompido esta palabra) que son libres de ocupar ese lugar. La posibilidad de disentir sin recibir castigo es la única opción de progreso que tiene una sociedad. Eso es la democracia, en la que ningún pueblo puede ser suplantado por una mayoría coyuntural. Si alguien quiere objetar que eso es lo que pretendió el procés, simplemente que diga en qué cárcel catalana han sido confinados los españolistas. No, señor juez: en el 23 F había pistolas y ametralladoras. ETA usó bombas y revólveres. En el independentismo catalán, no he visto nada parecido, se esté o no de acuerdo con él. "Todos somos iguales ante la ley" no vale para nada cuando la ley es un espejo roto y en vez de los valores de una sociedad lo que refleja es un esperpento caducado. La Constitución española es el retrato de Dorian Grey de unas instituciones y de un concepto del Estado Nación que siguen pretendiendo esconder sus atroces vicios y su decrepitud en el sótano. Llámese ese sótano Carabanchel, como hace cuarenta y tantos años, o llámense Soto del Real, Estremera y Alcalá-Meco.


martes, 20 de marzo de 2018

Sobre las pensiones. Un par de ideas raras.

Vuelven a ser experimentos hechos en facebook. La divulgación tiene mucho de experimental. Y mucha responsabilidad. Más allá de las alturas de la ciencia y las profundidades de la filosofía, las visiones del mundo, su comprensión general, se hace a través del "vulgo" del que todos formamos parte. Cómo hacer de este vulgo multitud activa y sinérgica hacia la invención de lo común, es cómo posicionarse ante el amo que controla cada discurso. Esta vez, el tema es la lucha de los pensionistas. Copio: 



 ✊Esto de los pensiones tiene su aquél, ¿no? Todos los sabios (demógrafos, sociólogos y sobre todo economistas) que sacan los medios del establishment nos hablan de un peligro esencial. El Sistema de Pensiones y los servicios sociales en general, están pensados para ser financiados por los contribuyentes activos de la sociedad, es decir, por la gente que trabaja y paga impuestos. El problema es que todo ha ido bien -es decir, no se ha hundido- mientras la pirámide se mantenía en su sitio: en la amplia base los elementos productivos constituyendo la mayoría, y en la cúspide los elementos improductivos, beneficiarios de las contribuciones de las rentas de los trabajadores. Lo que pasa es que, con la esperanza de vida alargándose, la pirámide tiende a invertirse y al final habrá más pensionistas que productores contribuyentes. Ingeniosa la metáfora geométrica. Y la cosa no tiene buenas perspectivas. Igual es muy tonto lo que voy a decir, pero ¿a ninguno de estos sabios mediáticos se le ha ocurrido pergeñar una pirámide tomando como referencia la riqueza y no la edad? Digo. Vamos, que el llamado Estado del Bienestar consistió en que los trabajadores financiaban con sus impuestos el Estado, que atendía, así, a los que habían sido productores al llegar su vejez y garantizaba ciertos servicios sanitarios y la supervivencia a algunos que pudieran alegar una discapacidad o una enfermedad. Pero, qué curioso, el sistema, para su mantenimiento, excluía a las élites económicas, que acaparaban los capitales y los beneficios, con una contribución al bien general mínima, en comparación con sus ingresos y posesiones, y habiendo convencido a todo el mundo de que su función es ésa: seguir enriqueciéndose porque así crean más puestos de trabajo, esto es, ocupaciones para que los contribuyentes-productores puedan pagar sus impuestos y financiar al Estado, mientras ellos siguen acumulando más y más riqueza. Suena loco, porque es loco. Es el discurso que se sigue repitiendo: las pensiones peligran porque los contratos son en precario y de mala calidad y así los trabajadores cotizan poco porque sus ingresos son bajos y poco constantes. Y nadie se ocupa de pensar en redistribuir la enorme riqueza que se quedan sus explotadores, en concepto de plusvalías. Parezco marxista y todo, ¿verdad?. Me pasa cuando uso el sentido común de modo riguroso, que sueno marxista. Fíjate, tú. Bueno, el caso es que a nadie de esos cerebros privilegiados se le ha ocurrido la posibilidad de pensar en la pirámide en términos de riqueza y no de edad. Nadie cuestiona que la brecha de la desigualdad ha crecido en España más que en toda Europa. Y si a esa pirámide se la invirtiera, esto es, en vez de muchos con poco sosteniéndola y poquísimos con mucho gozándola, la sociedad tuviera en su cúspide a la mayoría con lo suficiente y en el pico inferior a los necesitados, pues el problema estaría resuelto. Creo que se le llama socialismo a esto. Y ya está inventado. El problema es que el socialismo que realmente existió tiene muy mala fama y con razón. Fue un sistema totalitario y asfixiante. Marx dijo que había que abolir la propiedad privada. Pero el problema es que no tuvo en cuenta que el ser humano es ante todo desante, que no basta con satisfacer sus necesidades básicas. Vamos, no tuvo en cuenta que la libertad es un elemento primario en el ser humano, no un atributo ideológico, idealizante. Ello desembocó en un estatalismo asfixiante que tomó la forma de empresa única. No se caminó nunca hacia el comunismo porque se confundió lo común, que solo puede surgir de los singulares, con lo público. Pero el caso es que las multitudes que ha ido generando el capitalismo en su locura ya no tienen mucho que ver con la clase obrera decimonónica, ni con la de los setenta primeros años del siglo XX. Esa denostada clase media ha generado gente con iniciativa pero sin medios, gente que es más que nunca emprendedora y más desde que está en precario. El problema es que el neoliberalismo se ha adueñado de este impulso y ha convertido al emprendedurismo en uno de sus ideologemas básicos. El emprendedor neoliberal, pues, más que una vocación o una intención de producir tiene el objetivo de hacerse rico. Como el hombre de negocios de toda la vida, vamos, pero de pobre, sin ser dueño ni del dinero ni de los medios de producción. Claro, empleo precario, cotizaciones escasas e irregulares, riesgo constante de exclusión y, por arriba, una acumulación de capitales con apoyo de los gobiernos neoliberales, que además van liquidando el patrimonio del Estado, producto exclusivo de las contribuciones de los trabajadores asalariados, para financiar las locuras de la élite capitalista en la cumbre y salvándoles el culo cuando sus locas apuestas para enriquecerse aún más, con toda lógica, fracasan. Autopistas, bancos, salvajadas urbanísticas, etc. En estas circunstancias, con lo ingresos mermados y los gastos disparados, es decir, con el Estado en ruina y la población insegura y precarizada, es obvio que las viejas recetas keinesianas y socialdemócratas tienen muy poco recorrido. No hay manera de distribuir la riqueza si ésta está en unas pocas manos privadas. La redistribución socialdemócrata de los recursos generados por el capitalismo se hizo siempre con base a la presión fiscal contra los asalariados. A éstos se les utilizaba para financiar el Estado como contribuyentes y para retroalimentar el circuito de acumulación a través del consumo. En la medida de que eran consumidores y productores (prosumers, prosumidores, se les ha llamado en la época del capitalismo cognitivo) dejaron de ser considerados clase trabajadora y empezó a llamárseles clase media. La clase trabajadora no es una realidad material, sino un concepto, creo yo. Un concepto operativo. Pero lo mismo sucede con los conceptos de átomo, molécula, célula o galaxia. Están muy bien mientras funcionan, esto es, mientras permiten crear modelos que la realidad no refuta. Ahora bien, tratar de proponer políticas emancipatorias desde el concepto de clase obrera no parece lo más indicado en este momento, porque la gran masa social no se concibe ni identifica con el concepto, no se sienten identificados sólo como productores, sino como beneficiarios del sistema a través del consumo. Parecen poder determinar al amo en el lugar de la verdad, como indica el matema en el discurso capitalista. Entonces no son ya “clase obrera”, son opinión pública, electorado, etc. No deja de ser significativo, pues, que hayan tenido que ser los parados, los precarios, los pensionistas los que han tomado la calle en esta última década. La PAH, el 15M, las manifestaciones de este sábado: precariado, desahuciados, jubilados. Los productores en activo, a verlo por la tele: clase media, masa, audiencia, opinión pública, electorado. Los productores han dejado, pues, de ser el motor de la movilización social. Y es que esa clase media ha creado su propia masa de excluidos, su propio lumpen, sus no “empleados” (horrible palabra), sus rechazados por el sistema para su uso, el precariado condenado al emprendimiento, el cognitariado. Muchos de ellos, hijos de la denostada –por el paleomarxismo- clase media, que gracias al esfuerzo de la clase productiva de la generación anterior pudieron acceder a derechos elementales (sanidad, educación, actividades lúdicas y deportivas, etc.) a través de los rendimientos de su trabajo, y que hoy el capitalismo privado, financiero, volátil, globalizado, deslocalizado, rechaza de la urdimbre de los asalariados estables. Eso sí, con un potencial creativo y de iniciativa singular o grupal muy superior al de sus ancestros, así como con habilidades sociales inéditas. El emprendimiento neoliberal, que parece ser su salida “natural”, los condena a no ser explotados por un patrón sino sangrados por una entidad bancaria. Visto lo visto, si no se inventan formas nuevas de financiar lo público y de sostener a los que no sostienen los engranajes de la explotación capitalista (explotación y salario), des-empleados, pensionistas, personas dedicadas a los cuidados en el ámbito privado sin reconocimiento institucional ni remuneración (la inmensa mayoría, obviamente, mujeres), no puede pasar por la sobre-explotación fiscal de un sector productivo envejecido, en precario y en minoría. Esto es, las fórmulas de la social-democracia o del socialismo real (de tipo soviético). Todo pasaría por invertir la pirámide de la riqueza para invertir la de la edad. Primero e imprescindible: el establecimiento de una renta básica universal (sí, para los Botín y los Ortega, tanto como para sus porqueros) que permitiera garantizar una vida materialmente digna para toda la población. Esta renta no puede ser financiada por la renta de las personas físicas sino, necesariamente, a través de una fiscalización progresiva de las grandes fortunas. Esto no pasa por suprimir las clases y su lucha por decreto, como pretendieron las revoluciones de corte bolchevique, sino por empoderar, por establecer un nivel de conciencia de sí para el precariado y para la clase media, cosa que el obrerismo paleo-marxista tiende a coagular haciéndole el juego al capitalismo. Para los paleo-marxistas la clase media no existe y cada vez que se intenta concienciar proletariamente a la población ésta sale corriendo a caer en manos del emprendimiento y del lucha por tus sueños. Un error. La lucha de clases sigue más viva que nunca, pero ya no la protagonizan los actores del capitalismo clásico fordista, burgueses y proletarios, sino que el panorama es mucho más complejo. Es imprescindible encontrar formas de participación en la economía productiva distinta de la forma empresa, que parece la única forma de subjetividad que entiende el capitalismo, con la excusa de que es la única forma de control sobre la producción y sus rentas. Si las rentas del trabajo no son las únicas que van a financiar lo público, otras formas de participar en la economía colectiva han de ser posibles e inventadas. Lástima que los economistas estén tan ocupados en jugar con las pirámides equivocadas porque su concurso sería más necesario que nunca. Con una RBU, la gente no tendría que trabajar para comer sino para crear y realizarse, formas inéditas de invención provendrían de ello que no pasarían por el éxito competitivo y la aniquilación de los iguales. Los anglosajones llaman a este tipo de experimentación “sandbox” y ya están en ello porque ven que ahí está el futuro a partir de las bases del semiocapitalismo y del capitalismo cogninitivo. Con una RBU y una fiscalidad no sobre la producción sino sobre la acumulación, tendríamos el siguiente panorama: nadie sin sus necesidades básicas cubiertas, nadie pudiendo acumular riquezas sin producir. Ése sería el horizonte, al menos. Una forma de productividad que no pase por únicamente por la posibilidad de ser empleados por otros para sus fines, sino que pueda consistir también en la creación cooperativa de sinergias colectivas. En este panorama, ni lo público ni lo privado serían fines en sí mismos, sino medios para la construcción de lo común. Fácil, ¿no?
Igual los sabios no exploran esta hipótesis porque les parece un poquito radical. Se lo concedo. Pero un poquito nada más, ¿eh? A diferencia de las revoluciones clásicas y de la barbarie ecológica y humanitaria neoliberal, no exige ninguna hecatombe ni sangre de víctima alguna. Amancio y Ana Patricia también tendrían derecho a la RBU. Como todo el mundo.
(Querido lector: si al llegar aquí no has entendido nada es que has cometido un error de género. No estabas leyendo una propuesta técnica ni un manifiesto político, sino un post-poema neo-dadaísta. Vuelve a empezar con esta nueva premisa y ya verás qué divertido. Evidentemente, he optado por este género porque dada la situación delirante en la que vivimos me ha parecido el más apropiado. Probablemente, hubiera sido mejor un rap, pero es que no sé) 18 de marzo.



Cómic iaioflautas de Andrea Lucio.


https://ydijo.wordpress.com/2012/10/07/comic-iaioflautas/

👀¿Cómo podemos definir a un rico en un ecosistema de capitalismo global? Como aquel que no depende del trabajo presente para subsistir, de la continuidad homogénea de la producción. Casi nadie es rico, pues, aunque muchos crean que lo son, o que no son rematadamente pobres. En ese sentido, un empresario mediano o pequeño no difiere de un pensionista. Ambos viven de lo que producen otros, pero no tienen seguridad alguna en que ese estado de cosas persista. Por muy empresario de éxito que te creas no eres rico si no te puedes permitir cerrar tu empresa -es decir, prescindir de que otros trabajen directamente para ti- y seguir siendo rico. En el capitalismo, el emprendedor, el pequeño empresario y el pensionista no son entes autónomos, carecen de poder real. Todos ellos podrían formar un frente común, porque el sistema es una constante amenaza para ellos. En realidad, el neoliberalismo sólo es beneficioso para una parte ínfima de la población mundial. Y la mayoría cree lo contrario. Viven como si su vida fuera suya, igual que viven ignorando la inexorabilidad de la muerte. ¿Cómo es posible que no nos pongamos de acuerdo para realizar un giro hegemónico radical? La pregunta no es retórica. En cierto modo, a buscar una respuesta estoy dedicando mi vida. Yo y muchos otros, porque el enigma es –literalmente- in-menso, escapa a cualquier medida y a cualquier lógica. Me parece mucho más fiable el oráculo de Delfos que un economista de derechas. Y tampoco es irónico. La gente iba al oráculo, no porque fueran unos ignorantes sino porque necesitaban alguna guía para una vida azarosa. La tragedia para la catarsis, el oráculo para cuando sales del teatro. Fue a esta forma pagana de supervivencia (super-stitio) a la que el cristianismo acusó de estar basada en una “mala fe”. ¿De verdad creen señores clérigos que el demonio está en las políticas de género y no en los nuevos oráculos neoliberales que hacen creer a millones que tienen su vida y sus derechos garantizados siempre que elijan a políticos que fomenten el enriquecimiento de una ínfima minoría? No es de extrañar que sean los que ven la muerte más cerca los que estén liderando ahora la lucha por la vida, porque el sistema les ha defraudado en su promesa fundamental: que podrían esperarla tranquilos. Ellos han visto lo que había detrás de la fantasía. 19 de marzo.


👽Tras mucho cavilar y vivir y encallar he llegado a la convicción que, siendo los métodos las mayores fuentes de dogmas, su mejor antídoto es, sin duda, la intuición. Ya, ya. Supongo que aterra. Porque es mucho más difícil, riguroso y auténtico contruirse una subjetividad que ampararse en la apacibilidad de lo reproductible, del camino único que se puede hollar un millón de veces, de la objetividad. Cuanto más creo en la experiencia, menos creo en los datos y en los experimentos, en los laboratorios, en las confianzas deductivas y en los que desconfían de las multitudes. Son el opio del pueblo. 10 de marzo.



👐Yo sigo pensando que la sutileza es el instrumento más subversivo del pensamiento. Contra la opinión general. 10 de marzo.


Si te ha interesado esta entrada, puede que también te interesen estas otras tres:

http://lasuficienciadeloobvio.blogspot.com/2018/01/contra-todo-pronostico-por-una.html

http://lasuficienciadeloobvio.blogspot.com/2018/03/el-feminismo-no-es-transversal-algunas.html

http://lasuficienciadeloobvio.blogspot.com/2018/03/el-nino-gabriel-la-politizacion-la.html

viernes, 16 de marzo de 2018

El asesinato de Gabriel, la politización, la posverdad...

Esta serie de estados de facebook tiene su origen en la recepción de varios mensajes privados ofreciéndome un lacito para poner en mi perfil como duelo y solidaridad con el niño asesinado. Como sé que la gente que me lo ofreció lo hizo con la mejor intención, pues decidí dar una explicación pública de mi negativa a usar ese medio para expresar dolor o indignación por este hecho. Lo sorprendente fue que mi explicación empezó a correr como la pólvora y en este momento lleva 180 likes y ha sido compartida cerca de 100 veces, guarismos muy altos para alguien que, como yo, no es una estrella de las redes ni de ningún campo social específico. Lo demás, ha venido rodado a partir de ese post. Concibo también esta entrada como ilustración de ciertos aspectos del funcionamiento de las redes sociales para aquellos de los lectores de este blog que no suelen utilizarlas. Transcribo.


El niño Gabriel y los lazos.



Si me pongo un lacito negro por el niño que ha matado la novia dominicana de su padre, ¿qué antagonista abusivo denuncio? ¿Las negras y los negros, las dominicanas, las caribeñas, las novias de divorciados, las mujeres que enloquecen por celos, las personas malas...? No tienen entidad abusiva como para plantear contra ninguno de estos colectivos un antagonismo que me posicione a mí como demócrata, progresista o simplemente ciudadano justo y honrado contra ellos, ¿verdad? Pues a esa señora que la encarcelen por matar a un niño. Perfecto. Pero no me pidáis que me ponga un lacito como si el niño representara a un colectivo víctima de otro colectivo. Ha sido un crimen, no un acontecimiento político. Dolor y pena, ok. Lacitos y dinámicas colectivas, no, por favor.
El antagonismo es inherente a la política. Tú no puedes denunciar algo con usos, herramientas y modos propios de la confrontación política sin convertir el hecho que denuncias en paradigma del comportamiento o los falsos valores de un bando contra el que te posicionas. Se puede hacer contra el terrorismo o contra la barbarie de los Estados. Se puede hacer contra la violencia machista porque apuntas a que está sostenida por una ideología muy concreta, de corte patriarcal. Y cuando denuncias políticamente siempre te estás solidarizando con alguien más débil que ha sido víctima de un poder abusivo. Abusa el terrorista, abusa la policía, abusan los ejércitos invasores, abusa el maltratador. Por ello, no puedes utilizar herramientas de tipo político para tratar políticamente algo que no lo es. Politizar el delito de los débiles haciendo causa social de ello se llama fascismo, porque implicas que quien lo ha cometido merece el castigo de quien ha abusado de un poder sostenido por una ideología o por un aparato violento, represivo e ideológico. Puedo entender lazos de muchos colores, porque siempre siento a aquél con el que me solidarizo víctima de ese abuso, pero lo específicamente político es simbolizarlo como un abuso de poder y corporativo.
Si convertimos en política una tragedia estrictamente particular, contingente, aislada, estamos incurriendo en un comportamiento fascista, porque convertimos a la asesina en representante de un colectivo. Y no lo es. Gracias, pero no me paséis lacitos. Lo siento por ese niño y por sus padres. Me ha afectado cuando me he enterado. Pero es un hecho con una dimensión policial, no política.
Me pasé años siguiendo casos como las niñas de Alcàsser, por imperativo de mi tesis doctoral. ¿Qué pasó cuando aparecieron los cadáveres? Que desaparecieron del Prime Time sin piedad y quedaron como pasto de la telebasura más marginal. ¿Habéis visto hoy que ninguna gran cadena, excepto un rato Telecinco, que ya es telebasura per se, le haya dedicado especial ninguno al niño Gabriel? ¿Os disteis cuenta que con Diana Kerr se utilizó el mismo procedimiento de macguffinización del cadáver que con las niñas de Alcàsser para captar audiencias y que perdió todo interés cuando éste apareció, excepto por las derivas fascistizantes posteriores? De Gabriel ha aparecido el cadáver, pobre crío. Veréis cómo desaparece de las pantallas en pocas horas. No dejemos que nos usen para el morbo ni para el fascismo. ¿De verdad creéis que dejarían de pasar estas cosa si se implantar la pena de muerte o la cadena perpetua? ¿Cómo en Estados Unidos? Dejemos aquí la cosa. Sobre todo por respeto a los padres y para evitarles la vergüenza del acoso de los medios.

(Una pequeña adenda, tras algunas conversaciones: 1) Si la razón del lacito es "que no quede impune" recuerdo que la presunta culpable ya está detenida, luego no hay razón. 2) Si es "para que no se repita" os recuerdo que estamos hablando de un hecho aislado por muy trágico que sea, no es algoritmizable porque no es producto de estrategia colectiva ni personal alguna. De hecho, no se repetirá jamás. Pasará otras veces, porque la naturaleza humana (algo así) es como es, pero ello no será ninguna repetición, sino un horrible hecho único cada vez que pase. Todos los días mueren niños en el mundo por conductas que vienen del algoritmo del imperialismo, la desigualdad y la explotación. Pero este pobre niño del que hablamos no pertenece a esa serie ni a ninguna, no hace "lazo" ni cadena con otras víctimas.
Resumiendo: en el acto de ponerse un lazo, aparte de un componente de solidaridad, siempre hay un componente de denuncia contra un poder dañino institucional y colectivo. Tengamos en cuenta, por ejemplo, que la lucha por la visibilidad también es una forma de denuncia, si se quiere, de baja intensidad. Cuando uno se pone un lazo puede estar solidarizándose con los que tienen una enfermedad -cáncer de mama, de próstata, enfermedades raras, etc- pero el lazo también significa protesta contra el Estado o contra la mayoría social que ignoran a quienes están sufriendo y no les prestan atención o recursos. En el caso de Gabriel, no hay nada que visibilizar (los media le están dando una cobertura brutal), ni nada que denunciar porque las fuerzas de seguridad han hecho su trabajo. El lazo no es una buena fórmula en este caso, excepto si lo que quieres es despertar el fantasma del odio o la intolerancia, porque no hay antagonista u opresor institucional o colectivo que denunciar, sino una ciudadana aislada que ya ha sido apresada por la policía y puesta a disposición judicial) 11 de marzo.

  • 180 likes y 95 veces compartido, a  16 de marzo.


✽ Es importante que recordemos que intentar darle relevancia política a algo que no la tiene implica automáticamente despolitizar las causas que sí tienen esa relevancia. Los que ahora están pidiendo la cadena perpetua y una huelga para reivindicarla el día 14 no son simples ciudadanos indignados y enardecidos, sino gente con un poso ideológico importante. Hagamos una prueba: preguntémosles si creen, a estos que querrían linchar a esta inmigrante negra, que muchos o una gran mayoría de casos de violencia doméstica están basados en falsas denuncias. A ver qué contestan. Por ejemplo. Igual encontramos curiosas coincidencias. O que habría que controlar más a los emigrantes y no tener tanta manga ancha con esta gente que viene a robar y quitarnos el pan. Intenten deducir si odian esta mujer detenida ayer más por ser asesina o por ser negra y extranjera. Pueden preguntar o, simplemente, mirar algunos muros en las redes sociales de los convocantes, que también es método esclarecedor. A ver. Verán que detrás de todas estas actitudes y convicciones puede haber mucha ignorancia, pero inocencia ninguna. Es una actitud “populista”, no en el buen sentido de la palabra –que lo tiene- sino en el que normalmente le dan RTVE, Antena 3, El País o La Razón. Se trata de utilizar las pasiones y los bajos instintos en un momento de especial horror e indignación para imponer una determinada visión del mundo. Eso es populismo político, dice la prensa hegemónica. ¿No? Ahora, entre las mujeres, miren a la clase alta. Cuántas tertulianas o aristócratas que ahora querrán liderar el clamor por el endurecimiento de las penas aprovechando que la inculpada es negra e inmigrante, apoyaron la huelga del día 8 y cuántas no. Y cuántas de ellas se han llenado la boca diciendo que las estadísticas de violencia de género están falseadas por malas mujeres que se aprovechan de la ley para atacar a sus pobres maridos. Igual hay alguna, ¿verdad? Entre los hombres, no se vayan a la clase alta, porque eso pasa en todas: igual que coincide que los que van convocando un paro para el día 14, si les preguntan por la violencia contra las mujeres, dirán que eso son mariconadas y falsas denuncias la mayoría de las veces. Toni Cantó ya lo dijo, creo. Es que el feminismo, igual no, pero el machismo sí es transversal e interclasista. Los fascistas y machistas pueden ser marqueses o barrenderos. En fin, tras la convocatoria del día 14 se esconde un subtexto: ésta sí que es una buena causa y evidente y clara y no esas por las que se manifiesta la chusma perroflauta antisistema. Es una determinación política. Miren, estando la asesina detenida, es imposible que una huelga se haga contra ella, porque ya tiene lo que se merece y no hay estado de las cosas que cambiar. La huelga, si se hace, será contra las mujeres, las negras y las inmigrantes, en todo caso, no contra una asesina, aprovechando la coincidencia de ambas condiciones en una misma persona. Cabría también preguntar, ahora que lo pienso, cuántos de los que hoy claman por una reacción política contra el asesinato de un niño inocente, decían que con el soberanismo catalán sobraban las decisiones políticas porque con la ley y los jueces (la Constitución) había bastante y, sin embargo, ahora, esa misma Constitución, que excluye la pena de muerte y al cadena perpetua, no la ven adecuada y claman por la decisión política de reformarla y no les parece bastante el trabajo que están haciendo los jueces y la policía…. El mundo al revés parece, ¿no? En fin, dejémoslo aquí. Por no extendernos. 12 de marzo.

  • 35 likes y 5 veces compartido (cifra mucho más normal que la anterior) a 16 de marzo

Reacciones y contrarreacciones. 

Cuando una intervención en una red social es muy difundida y compartida, siempre sucede que recibe comentarios más o menos favorables en otros muros. Algunos no dudaron en descalificar mis palabras -evidentemente, desde instancias de la derecha- desde el desprecio hasta el escándalo. Mi convicción es que no leyeron lo que ponía, sino lo que su mentalidad les decía que tenía que pensar y sentir alguien renuente a ponerse el lacito. Como se hace muchas veces en estos casos, mis reacciones las puse en mi muro, no entrando al trapo de la confrontación. Éstas fueron las principales.

✹ Si a un fascista le llamas fascista te contestará que eres un extremista y un simplista que vas llamando fascista a todo el que no piensa como tú. Si le explicas y argumentas detalladamente las razones de por qué le has llamado así te dirá que eso son mariconadas de intelectuales y rojos de mierda y que al pan pan y al vino vino y que déjate de rollos y de complicar las cosas que todo es mucho más simple. #mehapasao. 12 de marzo.
  • 73 reacciones, 8 veces compartido a 16 de marzo.
✹A veces, por supuesto no siempre, escribo textos largos y complejos aquí que se llevan cientos de likes y los comparten decenas de personas. Eso me alegra mucho, porque nada me gusta más -ya lo he dicho otras veces- que sentir que he puesto en palabras los sentimientos de la gente o sus opiniones. Lo que suele pasar en estos casos es que mucha gente tiene una convicción clara, decente y distinta de qué está bien o qué les indigna, pero no son capaces de cifrar los argumentos que hay detrás de esa convicción que sólo les aparece como un contenido emocional. Lo que yo hago puede ser a veces difícil de llevar a cabo, pero no es difícil de explicar: analizo minuciosamente -llevo años ganándome la vida analizando cosas- y extraigo de esa honesta emoción el andamiaje intelectual que la sostiene. Simplemente. Por tanto, lo que era una emoción aparece como una convicción racional que se puede presentar como tal a otros. Lo emocional se despliega en argumentos racionales. Eso reconforta y suele congratular. Ahora bien, en una sociedad mediática como esta en la que vivimos, esos contenidos ya han circulado como consignas o titulares tendenciosos casi siempre. Es decir que yo hago una labor de deconstrucción de esos eslóganes y máximas a través del análisis. Pero como hay un a priori y la sociedad está dividida de antemano en bandos de opinión -comunidades de goce, las he llamado yo- pues resulta que quien se congratula conmigo es quien ya sentía eso de antemano, quien ya tenía una información y una nebulosa ideación sobre el asunto de que se trate, y ahora lo ve justificado y razonado. Máxime, cuando la gente a la que yo me dirijo y que puede pensar, creo, que mis palabras explican su postura, además, se sienten inevitablemente alejadas del sentir general, que suele contrario a sus principios por estar completamente abastecidos de medios que reiteren sus opiniones y nieguen las las que se les oponen, motejándolas de rarezas o perversiones. Tenemos, pues, una espiral perversa: el neoliberalismo se propaga a base de eslóganes, titulares tendenciosos, tertulias amañadas (Agenda Setting, le llaman algunos), epigramas basura en forma de tuits y consignas que provocan emociones primarias. Cuando alguien desde una postura progresista se encuentra con ellos, no tiene -literalmente- tiempo para pensar, para ejercer el pensamiento crítico, y acaba desarrollando una habilidad refleja: sentir una emoción de rechazo o una contra-emoción a las propuestas por el sistema, sin ser capaz muchas veces -nos pasa a todos- de desplegar las buenas razones que llevan a su rechazo emocional de una fake news o una maliciosa posverdad. Cierto populismo supuestamente de izquierdas propone que con eso es suficiente para empoderar a los oprimidos, a las víctimas, a los que disentimos de las falacias neoliberales. Yo creo que no, por eso tiendo a al análisis a la -perdón por el palabro- "des-sintetización" de la píldora ideológica en forma de titular y a la emoción que se legitima con ella, argumentando razonadamente su contraria. Que debe ser conveniente, que la gente decente no tiene bastante con consignas que se opongan a las sistémicas y está hambrienta de argumentos racionales que defiendan lo que saben que es justo, me lo ratifica la gente que expresa que se siente identificada con estos análisis circunstanciales. Jugar al juego de que "lo que yo digo va a misa" es una apuesta ganadora si lo que tú dices lo has oído antes en misa, pero si no, no suele salir bien. El poder ya se ha encargado de que lo que le conviene parezca evidente y lo que se le opone una rareza y una perversión. Estos textos largos pretenden ser, modestamente y en un sitio tan humilde como una red social, un elemento de apoyo más a un posible giro contra-hegemónico, a armar de razones, en la pequeña medida de mis posibilidades, el sentido común de los rebeldes.
Pues bien, cuando alguien comparte estas cosas casi siempre me encuentro en otros muros gente que dice que qué fárrago, que tanto rollo para explicar una tontería, que no hace falta tanto para decir una cosa tan simple. Lo que sucede es que toda emoción, -y más las políticas, que se desenvuelven en la esfera pública y están a la vista de todo el mundo- puede parecer simple o tonta, y no merecedora de tanta explicación y despliegue discursivo como yo le concedo, a quien no la siente ni la comparte y, entonces, le parece un rollo y dice que para ese viaje no hacían falta tantas alforjas. Perfecto, lo comprendo. Pero como la gente que yo suelo "expresar" a través de lo que escribo es gente solidaria, radicalmente demócrata, progresista y de izquierdas, pues si un escrito mío te produce esa sensación de hastío, hasta el punto que no puedas callarte siquiera y dejarlo correr, sea por desdén o por educación, deberías plantearte -le cuentes a tu cuñao lo que le cuentes, chilles en el bar lo que chilles, y te pongas los lacitos que quieras en el féisbuc- si lo que pasa es que no compartes esa visión del mundo democrática y progresista y, por lo tanto, no puedes entender la complejidad de las emociones de esa extraña gente insobornable y decidida a no dejarse manipular y a hacer todo lo que esté en su mano para cambiar radicalmente un mundo injusto y evitar todo lo que ayude a mantenerlo o reproducirlo. O, sea, deberías plantearte si lo que pasa es que eres un facha o un neoliberal de corazón que intenta pasar por buena persona. Si estos vocablos te causan cierta zozobra, espero que paleto y/o palurdo las puedas entender, porque aunque haya un cierto matiz de diferencia entre ambas calificaciones, total, tú no la ibas a pillar. Me refiero a que te plantees si eres ese tipo gente que repite los estereotipos que propagan la telebasura, la prensa amarilla y, en general, los grandes medios de comunicación capitalistas como si fueran la única opinión posible, y la defienden como si se les hubiera revelado a ellos personalmente, y que es la que legitima todas las emociones que tú puedas ver como comprensibles. Y de paso que te lo planteas, pues te vas chupando esta mandarina. Un saludo. 14 de marzo.
  • 29 reacciones (likes, corazones o risas), 2 veces compartido a 16 de marzo.

 Bulos, posverdades, fake news.

✸Urge un curso acelerado de semiótica, análisis del discurso y pragmática (teoría de la enunciación) pero no para periodistas, sino para fiscales y jueces. El contexto es parte del texto, las condiciones en que un enunciado es proferido son parte material del mismo y determinan su sentido. Pues bien, un titular como éste, si los jueces y fiscales tuvieran mínimos conocimientos de cómo funcionan los discursos y cómo circulan los mensajes sociales y de cómo la semántica es afectada por esas condiciones, en este momento (contexto) no puede ser menos punible penalmente como un delito de odio, manipulación y privación del derecho a la información que un rap por violento que sea o un chiste sobre un almirante franquista asesinado en un acto terrorista. Es de sentido y es común. Si quieren asesoramiento técnico, me ofrezco. Mi móvil, por privado. 13 de marzo.
  • Es una captura de pantalla del diario de Inda. 65 reacciones (likes, sorpresa, enfado) 6 veces compartido a 16 de marzo.
 



✿ Importante. Nadie es inocente cuando defiende ciertas cosas. Suplantando a un supuesto perfil de Podemos para echar leña al fuego. La derecha.12 de marzo. Capturas de pantalla de varios tuits.

  •  Recuerdo que simplemente haciendo clic en la imagen la verás ampliada, si cuesta de leer.


















Reacciones a la posverdad.

Esta es la foto de portada que he tenido puesta estos días en mi facebook, con este comentario: "Yo creo que hoy, que esta semana, toca Rosa Parks." 13 de marzo. 20 reacciones (likes, corazones)



Yo soy un defensor convencido del término “posverdad”. No participo en nada de la opinión de que es la mentira de toda la vida disfrazada. Me explico. Una posverdad no suele ser una mentira desde el punto de vista referencial: no miente acerca de los hechos, no dice que pasó lo que no ni viceversa. Suele ser una “verdad referencial” a la que se la descontextualiza completamente para convertirla en una mentira simbólica. Típico, convertir un hecho aislado en una representación pertinente del estado general del mundo. El ejemplo mejor el que puse el otro día del libelo de Inda: decir que Ana Julia Quezada (la presunta asesina del niño Gabriel) participó en los sucesos de Gamonal probablemente sea cierto. Inferir de eso que era una activista de izquierdas, ya es más que dudoso, porque participó prácticamente todo el barrio. Dar a entender que eso tenía algo que ver en que sea una asesina, es un infamia de una bajeza moral realmente repugnante. Ahora bien, no es mentira. Ni verdad. No tiene nada que ver con los hechos.
La madre de la posverdad es la estadística, esto es, la cocina de los datos para que a partir de una particularidad (la muestra) se infiera un estado absoluto de la sociedad en general. Como dice el chiste, si tú tienes cien euros y yo nada, la estadística es la ciencia que asevera que tenemos cincuenta cada uno. Estas posverdades tienen su mejor ejemplo en la demoscopia al servicio del poder o del sistema: las preguntas están sesgadas y de las respuestas se puede inferir lo que al medio o al poder convenga según el caso. La múltiples encuestas de El País, difundiendo que Ciudadanos es la primera fuerza política de España en intención de voto son el mejor ejemplo. Por eso, para contrarrestar una posverdad no puede uno entrar en una guerra de datos, porque la posverdad es magnética
y convierte en posverdad lo que se le opone, es decir, en ruido mediático: si se le opone una supuesta contra-verdad referencial (otros datos, otras estadísticas) la absorberá en su campo y la neutralizará. Una posverdad funciona no por su relación con un supuesto mundo de referencia (los hechos, los datos, los facts) sino por sus condiciones materiales de enunciación, por su contexto discursivo y sus relaciones sub e intertextuales. Ésa es su materialidad. Funciona porque ha diseñado un lector o espectador modelo para sí misma. Una posverdad es creída por la comunidad de goce a la que se dirige y nace para reforzarla. Es demagogia, que es un término mucho más amplio que el populismo. Para entendernos, la practican sobre todo los medios “serios” afectos al poder establecido, no los políticos populistas. Lo único que se le puede oponer es un desvelamiento de esas condiciones materiales, no una supuesta verdad contraria. Cuántos activistas y militantes de izquierdas están continuamente enfurecidos porque la gente se niega a ver la verdad evidente que ellos ven y convierten su impotencia en un estado de cólera y desánimo crónico. ¿No sería mucho más conveniente trabajar en disolver el velo que cubre esa verdad, o la venda que cubre los ojos de quienes no la ven, que insistir en señalarle a un ciego el objeto que tiene ante los ojos?
Pensemos en la Agenda Mediática de las últimas semanas. Las grandes figuras mediáticas se suman a la huelga feminista. Ésta es desplazada de la agenda de un plumazo por el asesinato de un niño, supuestamente, a manos de la pareja de su padre. Quienes se hicieron con el protagonismo de la huelga y modularon su sentido, intentando atraerla a la esfera de la posverdad y robarle su valor veritativo, son las mismas directoras de magazines que le dieron pábulo unos días antes (Quintana, Griso, etc.)
y ahora hablan del asesinato y lo rentabilizan en audiencia. Conclusión, se atrae una acción política anti-sistema (patriarcal y capitalista) a la esfera de sentimentalidad del morbo macabro. Cuando el niño deja de tener interés agendístico, pasamos a los jubilados, con lo cual sus derechos pisoteados se utilizan para lanzar sombra sobre el debate acerca de la Prisión Permanente Revisable. Cuando todos estamos intentando luchar contra una cosa y la otra, acabo de ver a la incendiaria pro-sistema Griso entrevistando a los directores de Mongolia en su programa acerca de una multa impuesta por ofensas a Ortega Cano –que es un personaje privado y por lo tanto no se puede hablar de él porque cualquier cosa que digas un juez te la va a convertir en verdad (o mentira), aunque sea sarcasmo y por lo tanto no puede haber posverdad sobre lo privado sino sólo sobre lo colectivo….- y defendiendo a capa y espada la libertad de expresión…. ¿Se sigue lo complicado que es esto de la posverdad? No se trata de mentir sino de asesinar la posibilidad de decir la verdad. Literalmente. Se trata de negarle a la verdad la posibilidad de tener campo alguno para enunciarse.
Las fake news son su consecuencia lógica: hay toda una audiencia dispuesta a creer, como vimos el otro día a cuejta de un falso perfil de Twitter, que se hace pasar por una instancia oficial de Podemos, porque la posverdad ha cultivado ese caldo. Por cierto, yo no conozco ningún caso parecido en la izquierda: alguien que haya hecho un falso perfil de derechas para difundir bulos. Perfiles sarcásticos que simulan ser derechas pero cuya ficcionalización es explícita hay muchos (@JovenCatolica, @CunadoDeTuiter, @Obrero_Derechas, etc.) pero no conozco ninguno de izquierdas que haya pretendido hacerse pasar por lo contrario con el fin manifiesto de engañar y trolear como @EFer91, que ha estado difundiendo mensajes espurios defendiendo a la presunta asesina del niño Gabriel como si fuera de Podemos. Por favor, si conocéis ejemplos de trolls apócrifos de este tipo desde la izquierda para desprestigiar fraudulentamente a la derecha, estaré agradecido si me los hacéis llegar. Por si se me escapa el dato. Mi hipótesis es que no hay ninguno porque existiendo gente como Rafael Hernando, ya no hacen falta, pero por si estoy equivocado. La petición es en serio. 16 de marzo.



Postdata.

He compartido esta mañana esta misma entrada de blog acompañando el enlace con este texto:


Os dejo la última entrada de mi blog. En ella explico, si se quiere leer sin prejucios, es decir, juzgándola después de leerla y no antes, por qué pienso que no había que ponerse un lacito por el niño Gabriel, por mucho dolor que causara su muerte. Fue dura, fue terrible, fue cruel y merece el mayor castigo que prevea la ley para quien lo hizo. Pero la solidaridad con los padres es una solidaridad personal, no política ni necesitada de signos colectivos en el espacio público. Es decir, podemos sentir esa muerte en grupo, pero no es legitimo sentirla como un colectivo. Ahora bien, las muertes de Mame Mbaye y Marielle Franco, sí lo son, son muertes políticas y necesitan una respuesta social colectiva, pública, y con una sola voz. Sin embargo, no he recibido propuesta alguna de ponerme un lazo en las redes sociales por ellos. Ojo con los sentimientos y con cómo los manejamos. Los cabrones pueden ser muy mentirosos. Su principal mentira es que se nos aparecen como nuestros y la mayoría de las veces están perfectamente facturados y cocinados por los medios de difusión del poder. Sentir es alienarse. Es bueno poder decidir cómo y con quien me alieno, a quien le cedo mi yo en forma de dolor. Pero sobre todo, acertar con qué signos pre-sumimos de ellos, en qué forma queremos incluirnos con ellos en la corriente de lo colectivo. Si veis un lazo o símbolo por Marielle o Mame, pasádmelos. Me lo pondré sin duda. 17 de marzo.



 

Al margen.

Hablando de posverdades, dejo aquí también un par de comentarios que hice a cuenta de las encuestas que daban como primera fuerza política a Ciudadanos.

✹C’s gana las elecciones y forma gobierno con el apoyo del PP. Pique de cuatro años a ver quién atrae más voto ultraderechista para las siguientes. Susana Griso, acumula los cargos de portavoz del gobierno, ministra de educación y de administraciones territoriales. Por consenso. En España se ruedan cientos de películas de tema post-apocalíptico porque no hay que invertir en atrezzo o decorados, simplemente traer el equipo y un par de actores. Se han reactivado turísticamente las Rutas de D. Quijote y del Cid y se han decorado las veredas con catalanes crucificados con una estrella de cinco puntas tatuada en la frente y hogueras con feministas rapadas y un tatuaje en el cráneo que reza “soy comunista”. En la Comunidad Valenciana vuelve Fransisco Camps gracias al apoyo de Arcadi Espada. Cristina Seguí, delegada del gobierno. Deciden declarar fallas permanentes todo el año y en todo el territorio para conseguir su cuota de turismo distópico y captar de paso la parte de los rodajes de acción, violencia y explosiones. Barcelona y Madrid se especializan en escenas de paisaje post-nuclear gracias a las ordenanzas municipales que incentivan el uso del motor Diesel en el centro urbano para reactivar la industria. Sterling, Moore, Gibson, Orwell, Talbot y Huxley revolviéndose en sus cubículos y/o tumbas porque no tuvieron la imaginación demoscópica necesaria para haber diseñado paisaje igual. Rivera invitado como mediador a la segunda cumbre entre Trump y Kim Jong-Un. Mueren Aznar, Blair y Bush de envidia porque esta foto supera la suya.
Conjeturas a partir de este titular de El País: “Ciudadanos se consolida como primera fuerza política”, (Continuará… o no…). 11 de marzo.

❂Sostres, ministro de igualdad por imposición del PP. Se le asigna a Boadella pensión vitalicia y agenda compartida con el Rey Emérito. Planes de revisar la Constitución y cambiar el nombre oficial de la nación a Españarnia. Se aplaza porque el PP no lo ve claro. C's insiste que daría una pátina de modernidad al país y atraería las inversiones. Pozuelo de Alarcón opta a la Agencia Mundial del Medicamento. Sito Miñanco suena para presidente. Junqueras intenta protestar porque la política penitenciaria no le parece ecuánime.
Conjeturas a partir de este titular de El País: “Ciudadanos se consolida como primera fuerza política”, 2 (Continuará… o no…) 11 de marzo.


..... Bueno, y puestos a fakes, uno más. 😉








viernes, 9 de marzo de 2018

El feminismo no es transversal (algunas vueltas sobre el 8M de 2018)

Aquí os dejo otra entrada del estilo de las últimas. Como veis, parece que me va bien este género que podríamos llamar "aforismo aumentado", como forma particular del ensayo y que, de Montaigne a Pascal, a través del maestro Lichtenberg y de Voltaire, y pasando por Benjamin o Adorno, ha llegado hasta nosotros. No sé que hubieran hecho Pascal o el Adorno de las Minima Moralia si se hubieran encontrado con algo como facebook, que permite la ilusión de que el pensar no sea una actividad radicalmente solitaria. Esto es lo que hecho yo. Las comparaciones, siempre odiosas. El tema, la huelga feminista de ayer. Copio.


Antecedentes.

Arrimadas

✺Cierto interés, igual tiene esto... ¿no? ¿Es posible acabar con el patriarcado sin combatir el capitalismo? Las estrellas de Hollywood de anoche, parecían de la opinión de Arrimadas, ¿verdad? 5 de marzo.


 ❁Que no es comunista dice. Es muy de fascistas asimilar a un solo paradigma extremo todo lo que no sea pensar como ellos: judíos (Hitler y Goebbels), comunistas (las dictaduras latinoamericanas), marxismo internacional (eso lo decía Pinochet), rojos en general (el generalísimo y sus secuaces). Tras ello hay un silogismo, más que perverso, paleto. Y un paleto es mucho más peligroso que un perverso, porque no hay refinamiento ni sutileza alguna en su proceder. El palurdismo de Arrimadas me aterra. Nadie del PP se atrevería a tanto. Ni Trump, siquiera, que no es peor que McCarthy. Los de Ciudadanos, sí. Decir que no hace la huelga del jueves porque no es comunista es de ser bestia, pero que muy bestia. 6 de marzo.



Posiciones.


✿Yo la laboral no puedo hacerla, por la simple razón de que estoy de vacaciones (en Castelló es la Magadalena) y la de cuidados, para bien o para mal, tampoco me afecta directamente, porque no tengo a ningún dependiente a mi cargo. Pero la de consumo, al menos, intentaré cumplirla a rajatabla. Soy demócrata radical, de izquierdas. No hay mucho más que explicar. Las mujeres tienen razón y ésta es una huelga necesaria y justa. Punto. 5 de marzo.

❂Veo cosas raras. La CEOE e Inés Arrimadas, quedan como mera constatación del sentir de la extrema derecha. Pero no sé si os habéis dado cuenta que en la prensa y hasta en las televisiones matutinas lo que nos encotramos ante la Huelga Feminista de mañana es una mirada entre simpática y empática, en cualquier caso "comprensiva" y condescendiente. Mis sospechas comenzaron cuando vi que el periódico líder actualmente de la opinión neoliberal en España, El País, trataba el asunto con cierta ecuanimidad e indulgencia, haciéndose eco de las reivindicaciones (salariales, sociales, políticas) puestas encima de la mesa por las convocantes. La posverdad es lo que tiene. Ya no se combate algo ocultándolo, criticándolo o atacándolo necesariamente, se puede hacer difundiéndolo al máximo para, precisamente, tener el control de la agenda y del tono de los mensajes. Que hay un posible movimiento de emancipación popular y democrático, se convierte, de acción, en evento, esto es, en noticia. Y entonces el receptor de la información queda convertido, de agente social proactivo y empoderado, en mera opinión pública pasiva que asiste como espectadora al acto de otros. Míralos cómo gozan, que decía Lacan, hablando de cómo trataba el sistema a los que protestaban en el 68.
Cuando sucedió lo de Gamonal, hace ya cuatro años, escribí algunas entradas de mi blog sobre este fenómeno de reconducción de la verdad a la posverdad, al espectáculo. Copio este párrafo, que mutatis mutandis, puede valer para mañana, creo yo:
"Aquí pasa algo, sin duda. Estamos ante una estrategia diáfanamente más oscura y truculenta de las que nos tiene acostumbrados la derecha mediática, con todo su poder de despliegue. El procedimiento es sibilino: no ocultar, no condenar al fuera de campo y a las catacumbas de la comunicación mediática el conflicto, sino cederle pantallas y micros. Es ingenioso y clásico: divide y vencerás. Pero en su versión postmediática (es imposible acallar totalmente los hechos porque twitter, facebook y YouTube actúan) no se trata de dividir entre unos y otros, se trata de algo más canalla: dividir al enemigo contra sí mismo. Una división, una tachadura de pleno derecho. El pueblo alzado, al ser acogido como espectáculo, se encuentra remitido, ante su reflejo especular, a dejar de ser multitud alzada para convertirse en juez supremo, opinión pública. Y así el acto se convierte en noticia y el saber hacer de la sublevación, no en acción que coagula y presenta, sino en información que circula y se ausenta. La opinión publica tiene todo el poder. Menos uno: el de la acción."
Yo me aventuré a decir el otro día que Susana Griso informaría desfavorablemente de la Huelga Feminista de mañana. Hoy, tengo mis serias dudas. Claro que, si apoyas esta huelga, y eres mujer, con relevancia social e influencia mediática como lideresa de opinión, lo que tienes que hacer mañana no es hablar favorablemente , sino no informar en absoluto, porque estás haciendo la huelga y no glosándola. Creo que la prueba del algodón puede ser lo que hagan algunas de estas mujeres que conducen (lo que no es lo mismos que dirigir) estos grandes magazines matutinos. Susanna Griso, pero también Pepa Bueno o Ana Rosa Quntana. Sería la mejor noticia que ellas no dieran la noticia, sino que estuvieran en las manifestaciones a pie de calle y que se encargaran del asunto los de los servicios mínimos. Eso y la viñeta de El Roto de mañana -si ignora, apoya o hace algún sarcasmo o ironía sobre la huelga y en qué medida- son para mí las dos grandes pruebas del algodón de cómo y con quién se posicionan los poderes sistémicos durante la huelga. Ya veremos. 7 de marzo.



Añadir leyenda



Consecuentes: El feminismo no es transversal.

Transversalidad y manipulación

🌗Me está fastidiando oír todo el día que esta huelga es un éxito de la transversalidad. Y un cuerno. Es un triunfo de las mujeres, en todo caso. Y las mujeres no son transversales. Es como decir que antes que mujeres son otra cosa y se han encontrado en el accidente de su feminidad. Vamos que lo que funda esta huelga no es que sea feminista, sino que lo femenino es un punto de encuentro adecuado y oportuno para gente cuya realidad, cuyo anclaje ontológico, está en otro sitio. Lo siento pero disiento. De esta y de todas las transversalidades. Empezaremos a ganar la guerra al capitalismo, al patriarcado y a la opresión cuando seamos capaces de ver nuestras victorias como verdades y no como aciertos productode hábiles destrezas estratégicas. Hoy han ganado las mujeres, no es una victoria transversal sino lealmente consecuente con su ser en el mundo. No hay las realidades ontológicas fijas (la ideología, la clase, el género, las raza, los pueblos, las lenguas, las razones, las sociedades ) y luego convergemos transversalmente en afortunados apaños coyunturales. Nuestra verdad es que luchamos y no que aparcamos nuestras verdades para luchar. La libertad y la dignidad son eso: absolutas e inmanentes. La verdad es lo que conseguimos hacer con ello seres que no somos ni lo uno ni lo otro. La ética consiste en la posición de absoluta libertad del sujeto frente al hecho de la imposibilidad de su absoluta autonomía. Las mujeres que hoy han hecho huelga y los hombres que las hemos apoyado no hemos sido transversales. En todo caso, leales a nosotras mismas.
Nadie más fundamentalista, nadie más trancendentalista, que un adepto a la transversalidad. Necesita de los fundamentos para poder tras-cenderlos. O todo el mundo está fijado o clasificado o a ver cómo te apañas para religarlos en una transversalidad. La gente que se mueve, que avanza, que lucha, no es puede ser alcanzada por línea transversal alguna porque no tienen raíces, tienen pies. Su género, su raza, su clase, su lengua o su nación, en tanto que oprimidos, son puntos de apoyo de su performatividad emancipadora, no esencias invariables ni casillas en las que permanecen esperando que un redentor venga trazar una línea que los atraviese para poder hacer algo. Tras la lucha, su ser será tranformado por la dignidad y la libertad, no quedará incólume esperando a que el próximo redentor venga a trazar la línea transversal siguiente. La transversalidad no es más que un dogma burocrático y una variante más de la tecnocracia neoliberal. Creo que si la huelga de hoy será recordada como un triunfo de las mujeres es porque ha sido feminista, no transversal. 8 de marzo.



La transversalidad se ha convertido en el eje de la axiomática capitalista. Cualquier éxito contra el capitalismo, esto es, contra el binomio patriarcal-neoliberal, los medios del régimen lo convierten en un éxito de la transversalidad y así se reafirma el axioma de que el sentido común establecido es el único que prevalece en tanto que preexiste. Esto es, transversal se convierte en sinónimo de mayoritario y tener éxito es ser mayoritariamente aceptado y consumido. Tener éxito cosiste, exclusivamente, en acertar con lo que ya existía pero no se había sustanciado aún en una mercancía, no había aparecido el talento capaz de comodificar la cosa para ponerla a disposición de la mayoría, del mercado. De ese modo es imposible inventar nada que transforme la realidad, porque todo lo que se pro-duzca e invente está condenado a reafirmarla: ya existía de antes y algún espabilado/a emprendedor/a ha sabido ver “un nuevo modelo de negocio”, sintagma que ha invadido el ámbito de las ciencias sociales y de la comunicación, con el emprendedurismo como fundamento ideológico. La novedad post-fordista consiste en diseñar formas más eficaces de comunicación, de alcance, de difusión porque todo lo demás ya lo hace solo "el genio del sistema". De ese modo, todo lo nuevo está condenado a reafirmar la estructura de lo existente. Eso es, a mi entender, a lo que se referían Deleuze/Guattari cuando afirmaban que el capitalismo se había convertido en una axiomática, frente a las sociedades tradicionales, cuyo método era la recodificación, el castigo, la llamada al orden. La Institución emblemática del feudalismo, por ejemplo, sería la Inquisición. La de las sociedades burguesas y disciplinarias, la cárcel, la escuela, el hospital y la fábrica. Bueno, pues en las sociedades de control post-fordistas parece que para regular la situación es suficiente el mercado: si conseguimos comodificar cualquier cosa y constituirla como oportunidad de negocio, la constituimos en mayoritaria y ya no es lo que se opone al sistema, sino una prueba más de sus urdimbre axiomática, de la trama de demostración de que era y es el mejor y el único posible. Una prueba colateral muy sibilina, muy del ámbito de la posverdad es que además ha derrotado a las instituciones disciplinarias de la sociedad y ha supuesto una liberación moral. La cultura Rock fue el gran banco de pruebas de esta axiomática, del método para devolver al redil del mercado lo que conculcaba la moral burguesa.
Parece que el sistema, a través de sus medios de difusión, ha aceptado el éxito de la huelga de ayer porque era transversal, porque era para toda la sociedad, para todo el mundo porque se hacía eco de una demanda social natural en la dinámica del progreso capitalista. No, porque fuera un triunfo de la lucha de las mujeres como sector subordinado de la sociedad. Y el paripé de reabsorción sistémica estaba bien montado. Las que se oponían a la huelga decían ser tan feministas como las que la defendían. Que no la apoyaban por estar politizada, repetían. Esto es, ser feminista bien, pero esta huelga es anti-capitalista y eso no lo podemos consentir. Arrimadas o Cristina (Cruella) Seguí, que ayer hizo de alter ego de Susanna Griso en Espejo Público mientras esta bajaba a pie de calle a manifestarse, son magníficos ejemplos. “Yo no apoyo esta huelga porque no veo feminismo sino consignas anticapitalistas y el capitalismo ha sido el sistema que más ha hecho por los derechos femeninos”. No, señora. Eso ha sido la democracia. Y que capitalismo y democracia no coinciden lo demuestran todos los fascismos capitalistas que han existido y que, para usted y su partido (Vox), siguen siendo el estado ideal de la sociedad y por eso lo propugnan, un capitalismo neoliberal y autoritario. Los que se les oponían, en las televisiones sistémicas, defendían lo contrario: “esta no es una huelga anticapitalista ni comunista, sino transversal”. Mentiras ambas que juntas pretendían sustancializar una posverdad. Sibilno, además, que ante la no presencia de mujeres que apoyaran la huelga eran los hombres "progresistas" (las comillas son por Rubén Amón, el replicante de Seguí ayer) los que la defendían. Consigueron, pues, una puesta en escena que invirtiera lo real de las relaciones materiales del género: mujeres contra la huelga y hombres apoyándola. Lo decía yo el otro día: apoyar o no denostar la huelga ha sido la fórmula de los medios masivos para intentar controlar su sentido, que es el que produce efectos sobre lo real.
No, señoras y señores, no. Ayer las mujeres y muchos hombres salieron a luchar contra el patriarcado y contra el capitalismo a la vez, contra la sobre-explotación de la mujeres con sueldos más bajos que los hombres a igual puesto y trabajo, contra la mayor precariedad y temporalidad de sus empleos y ejerciendo muchos trabajos (los cuidados de quienes los necesitan, pro ejemplo) sin remuneración alguna. La de ayer no fue una huelga de buenas chicas, sino de mujeres. No fue una huelga transversal para el bien de la sociedad en general, sino una muestra triunfante de una lucha transformadora y subversiva que las mujeres lideraron, en todo caso, para bien de la especie humana. Será como especie que todos ganaremos con el feminismo, no como sociedad civil de mercado. La de ayer fue una huelga subversiva, no transversal. Quede claro, por favor. 9 de marzo.


Lo común no es transversal.


🌌 Lo común no está por descubrir y menos aún por calcular, como quieren los transversalistas, que, en el mejor de los casos, lo conciben como una especie de cesión, de tolerancia, de la izquierda “de verdad” con los demás. En todo caso, está por construir. Yo no concibo que lo común sea el máximo común denominador entre los negros, las mujeres, los LGBT, los catalanes, los gitanos, los excluidos, los inmigrantes, los explotados… En todo caso, esas identidades son el punto de apoyo desde el que se pueden empoderar contra la opresión para combatirla. La identidad oprimida debería ser algo que lo común atraviese, trascienda y rebase. Sin embargo, la transversalidad quiere esas identidades quietas, inmóviles, esenciales, para que sus ecuaciones divisorias puedan establecer sobre ellas un cociente exacto. El problema de este cálculo divisorio, previo a las estrategias contra-hegemónicas, es como en todas las divisiones, el resto. Y cuando el dividendo deja de ser una suma a dividir, el resto sigue aún ahí, como lo real de la opresión. Tras cada operación transversalista quedan los oprimidos en el mismo lugar que estaban. La transversalidad puede operar trans-parencias, performances de la distinción, pero no toca lo real. El negro, la mujer, el explotado, la indígena, la hablante de una lengua minorizada o la lesbiana no se liberan de su condición de oprimidas por la transversalidad, porque simplemente la han prestado, no la han transformado, no se han reposicionado subjetivamente de un modo radical respecto a ellas. Es entonces cuando el fascismo, cuando el totalitarismo neo-conservador (¿veis como todas sus promesas eran mentira?) tiene su momento y hace su agosto. No, la huelga de ayer no me dio la impresión que fuera transversal. Eran las mujeres liderando un cambio radical de su condición de mujeres: la rebelión contra la subordinación como rasgo esencial de su feminidad. Eso era mucho más fuerte que todo lo demás. Y mucho más constructivo del común que cualquier operación transversal que se quiera operar sobre ese arrostramiento de su dignidad por las propias mujeres. Lo que hay que hacer es sumarse a esa lucha, no pedir que te la presten. Creo que no es difícil de adivinar que lo que hay detrás de las admoniciones  de ciertos hombres (el famoso mansplaining), al feminismo es precisamente la transversalidad, en su forma más canónicamente ilustrada: disfrazada de racionalismo. Sí, sí, si lo vuestro está muy bien pero no hay que perder de vista el objetivo. Si no cambiamos el objetivo, esto es, el horizonte, no cambiaremos nada. Ayer, las mujeres tomaron el timón de ese cambio hacia un más allá de lo que podemos ver. Vayamos detrás a ver qué nos enseñan. 9 de marzo.